Londres se prepara para recibir el martes los restos mortales de la reina Isabel II. El féretro de la monarca será trasladado desde Escocia en un vuelo de la Royal Air Force. Aterrizará, por la tarde, en un aeropuerto militar cercano a Londres, desde donde será llevado al palacio de Buckingham. Desde allí, partirá el miércoles, en procesión, hasta Westminster, donde podrá ser visitado por los ciudadanos durante cuatro días.
El funeral de estado de la reina Isabel II tendrá lugar el lunes de la semana que viene, antes de recibir sepultura, en el Castillo de Windsor, junto a los restos mortales de su padre, el rey Jorge VI.
Mientras tanto, con las emociones a flor de piel reciben los británicos al ya Rey Carlos III y a la reina consorte Camila a su llegada al palacio de Buckingham.
Este palacio es punto de encuentro para los monárquicos, el lugar donde depositan sus sentimientos, donde algunos se han instalado ya en espera del funeral, que se celebrará dentro de una semana.
Algunos, incluso han llegado hoy tras conducir durante horas. También hay quien lo vive como turista. De una manera u otra, la muerte de la reina Isabel II genera gran expectación.
En todo el Reino Unido, sobre todo para quien procede de culturas muy diferentes, se viven los actos muy intensamente.
Algunos destacan el momento histórico, del que han querido formar parte. “Es Historia, nunca había pasado antes, simplemente estar como testigo, ser parte, es emocionante”, dice un hombre.
En Londres o en Edimburgo, todos, británicos y turistas impregnan el ambiente en un extenso duelo que es ya, para la mayoría, una experiencia para fijar en el calendario.
Mientras tanto, el Rey Carlos III se desplazará hoy a Edimburgo para acompañar al féretro de su madre, antes de iniciar su recorrido por el resto de capitales británicas.
Será su primera gira, como rey, por Reino Unido. En ella visitará, acompañado de la reina consorte, todos los enclaves de los que es soberano: Escocia, Irlanda del Norte, Gales e Inglaterra. En cada uno de sus destinos, el monarca asistirá a oficios religiosos en honor a Isabel II y se reunirá con las autoridades políticas.