La suerte está echada. Este viernes se cerró el plazo para que la militancia del Partido Conservador británico eligiera al nuevo líder y, por lo tanto, futuro primer ministro de Reino Unido. Hay dos nombres en la terna para relevar a Boris Johnson y mañana, 5 de septiembre, saldremos de dudas. El actual 'premier' oficializó su dimisión el pasado mes de julio.
A la favorita para suceder a Johnson la comparan con Margaret Thatcher, aunque, más que la nueva 'dama de hierro', el apodo que ha calado para Liz Truss es el de la 'granada humana'. La titular de Exteriores encarna el conservadurismo británico más escorado a la derecha.
Neoliberal hasta la médula y antieuropeísta, aboga por la línea dura con Bruselas. Y más dura aún con Moscú. Truss es la máxima encarnación del viaje ideológico con los años: en su juventud participó en marchas antinucleares y fue una activista antimonárquica. Ya no tan joven, llegó incluso a votar contra el Brexit.
Su competidor por el cargo, Rishi Sunak, era el miembro más popular del Ejecutivo británico por su gestión de la pandemia como titular de Finanzas. Mano derecha de Boris Johnson, se convirtió para éste en su 'Judas' el pasado mes de julio cuando se rebeló contra el primer ministro, presentándole la dimisión.
Favorito en un principio, las opciones de Sunak se han desinflado en las últimas semanas. Algunos escándalos, como su presencia en una de las fiestas de Downing Street en plena pandemia de covid o las argucias de su esposa para evitar impuestos, no ayudan para la imagen de este millonario de origen indio.
Se trata del diputado británico más rico, aunque quiere hacer historia como el primer inquilino de Downing Street no blanco.