Las autoridades prorrusas de la ciudad de Energodar, que aloja la central nuclear de Zaporiyia, han anunciado el sábado la suspensión del suministro de energía eléctrica a la red ucraniana debido a "dificultades técnicas" que atañe a los daños causados por bombardeos ucranianos que están siendo ya atendidos por los especialistas. Las acusaciones se producen también desde Kiev a Moscú. Por su parte, el OIEA, constató esta semana pruebas de ataques en las instalaciones de la central, que aporta una quinta parte del consumo eléctrico del país. Allí, estarán de forma permanente dos inspectores.
"Los especialistas destinados allí han informado de que debido a las características técnicas varía la electricidad generada por los reactores. El suministro de electricidad a los territorios controlados por Ucrania ha sido suspendido debido a dificultades técnicas", ha indicado la administración cívico-militar prorrusa de Enerdogar en su canal en Telegram, según recoge la agencia de noticias rusa Interfax.
Así han dado cuenta de desperfectos en dos de las líneas de la central. Los reactores 5 y 6 de la central continúan funcionando con normalidad y se generan unos 900 o 1.000 megawatios. La radiación se encuentra en niveles normales.
Las autoridades rusas y ucranianas se han acusado mutuamente de poner en peligro la central de Zaporiyia con bombardeos de artillería y el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha enviado una misión de inspección para valorar la situación. La central de Zaporiyia es la más grande de Europa y tiene seis reactores puestos en marcha entre 1984 y 1995. Está controlada por las fuerzas rusas desde marzo de este año, al poco de comenzar la invasión rusa de Ucrania.
Este mismo sábado Moscú ha informado de un intento nocturno de asalto de fuerzas ucranianas sobre la central nuclear que habría sido repelido y en el que habrían muerto 47 miembros del grupo de asalto anfibio ucraniano.
El 2 de septiembre sobre las 23.00 horas, hora de Moscú, dos grupos de embarcaciones y lanchas a motor con un total de 42 unidades y una fuerza de desembarco de más de 250 personas de las fuerzas de operaciones especiales y mercenarios extranjeros intentaron desembarcar en la costa de la reserva de Kajovka, en las regiones de Energodar y Dneprorudni", ha explicado Igor Konashenkov,
La respuesta la dieron "cuatro (cazabombarderos) Su-30 y dos helicópteros Ka-52 de las Fuerzas Aeroespaciales rusas" y "como consecuencia fueron destruidas 20 embarcaciones".
El resto de embarcaciones dieron media vuelta y volvieron en dirección a la costa ucraniana. "La artillería rusa con obuses Malka de alta potencia atacó la costa ucraniana en Vishetarasovka y Chervonodneprovka, donde llegaron los remanentes de la fuerza de desembarco", según Konashenkov, que ha responsabilizado al "régimen de Kiev" de esta intentona lanzada a pesar de la presencia de personal del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) en la central.