"Simplemente tenía carisma, tenía un atractivo que iba más allá de su figura como miembro de la familia real. Era un ser humano extraordinario". Así recuerda a Diana de Gales el escritor británico Andrew Morton, autor de la explosiva biografía Diana, su verdadera historia (1992) en la que la princesa colaboró en secreto y destapó las infidelidades, depresiones e intentos de suicidio durante su matrimonio y precipitó su separación oficial del príncipe Carlos de Inglaterra.
Este próximo miércoles se cumple un cuarto de siglo de su muerte que conmocionó al mundo entero. La madrugada del 31 de agosto de 1997, Diana de Gales perdió la vida en un accidente de tráfico en París. El coche en el que viajaba con su novio, Dodi al Fayed, se estrelló contra el Puente del Alma de la capital francesa cuando huían de los paparazzi desde el Hotel Ritz donde se hospedaban. Además de la pareja, también falleció el conductor, Henri Paul. Solo sobrevivió su guardaespaldas, Trevor Ree-Jones.
Un cuarto de siglo después de su fallecimiento, la fascinación por "la princesa del pueblo", como la definió el ex primer ministro británico Tony Blair tras conocer su muerte, se mantiene intacta. "Diana todavía es relevante, aún se hacen documentales sobre ella y se escriben libros de esta mujer que sigue intrigando a la gente", explica Morton en una entrevista a la agencia Reuters.
The princess, del director nominado al Oscar Ed Perkins, es el enésimo documental y el más reciente, sobre la figura de Lady Di. Perkins tenía 11 años cuando el fatal accidente y recuerda perfectamente las escenas de duelo y emoción, como algo sin precedentes. "Creo que el único otro momento en mi vida en el que también sentí que el tiempo se detuvo fue el 11 de septiembre", asegura el cineasta en otra entrevista a la misma agencia. "La muerte de Diana realmente concentró la atención mundial en este evento singular", añade.
El documental de HBO reconstruye su vida, desde su boda en 1981, pasando por su divorcio en 1996, hasta su muerte un año después, sin entrevistas y utilizando solo vídeos emitidos en televisión, grabados por paparazzi o por gente común.
En otro documental, emitido por el 20 aniversario de su fallecimiento: Diana, nuestra madre: vida y legado, los dos hijos de Carlos y Lady Di, los príncipes Guillermo y Enrique, conocido como Harry, confesaron que hablar sobre la trágica muerte de su madre "tuvo un efecto balsámico" y como les había afectado a su salud mental. Eso sí, aclararon que se trataba de "la última vez que lo harían de una forma tan sincera". Harry habló por primera vez sin ataduras y criticó a los paparazzi que la siguieron por el túnel del puente del Alma e hicieron fotos del lugar del accidente mientras su madre se estaba muriendo en el asiento trasero del coche.
En 2021, una de las películas más esperadas del año fue Spencer, dirigida por el chileno Pablo Larraín y protagonizada por una aplaudida Kristen Stewart sobre el tumultuoso final del matrimonio de Carlos y Diana. La princesa del pueblo acaparó todo el protagonismo en la cuarta temporada de la aclamada serie de Netflix The Crown. Peter Morgan, su creador y guionista de la serie, trazó un retrato de Lady Di con poca condescendencia. La presenta como una joven frágil, inexperta, con escasa preparación y problemas de bulimia, acrecentados por la frialdad de su marido y de la familia real.
Su muerte supuso un punto de inflexión para la monarquía británica. La fría respuesta inicial de la reina Isabel II le ocasionó duras críticas por no haber hecho pública alguna muestra de luto. La monarca consideraba que el suceso debía tratarse de manera privada y familiar, y más teniendo en cuenta que Diana no era ya miembro oficial de la familia real.
Cinco días después, ofreció un discurso televisado y definió a su exnuera como "un ser humano excepcional". "Yo la admiraba y respetaba por su energía y compromiso con los demás, y especialmente por su devoción a sus dos hijos. Nadie que conociera a Diana la olvidará jamás", añadió la monarca, según recuerda BBC. Además la leve inclinación de su cabeza al paso del féretro frente al palacio de Buckingham, contribuyó a la reconciliación de muchos británicos con su Corona.
La figura de Diana sigue siendo omnipresente, sobre todo para sus dos hijos. Tenían solo 15 y 12 años cuando caminaron lentamente detrás del ataúd de su madre por las calles de Londres, el día del funeral. "Todos los días, deseamos que todavía estuviera con nosotros", afirmó Guillermo al inaugurar una estatua en su honor en el Palacio de Kensington. "Cada día espero que se sienta orgullosa de mí y ojalá mis hijos la hubieran conocido", aseguró el pasado viernes el príncipe Harry.
El príncipe Carlos ha emergido lentamente de la sombra alargada que supuso la muerte de su exmujer. Lleva 17 años casado con Camilla Parker-Bowles, la mujer a la que Diana responsabilizó del fracaso de su relación. "Creo que todavía hay una generación de personas que sienten que ella (Camilla) tuvo la culpa de la ruptura del matrimonio de cuento de hadas", ha afirmado Morton.
Con motivo del 70 aniversario de su reinado, el pasado mes de febrero, la reina Isabel II aprovechó para pedir que la duquesa de Cornualles sea considerada reina consorte una vez el príncipe Carlos le suceda en el trono. La vida de Lady Di fue, como la definió la escritora estadounidense Roxanne Roberts "un final de tragedia griega para una historia que comenzó como un cuento de hadas".