Elecciones en Italia: ¿Cuáles son las propuestas de los partidos italianos para el 25 de septiembre?
Qué piensan los partidos de los temas centrales en el debate nacional e internacional
Pocas menciones a la lucha contra la violencia de género y el cambio climático
Algunos temas como el presidencialismo o la ley de la eutanasia se debaten desde hace años
El 25 de septiembre se vota en Italia, el 22 los líderes políticos harán el famoso debate televisivo, aquí no tan común pero que con los años ha cobrado relevancia. Por ahora la llamada del icónico presentador de Porta a Porta, Bruno Vespa, es solo para los dos partidos en cabeza desde hace meses en las encuestas: Enrico Letta del PD y Giorgia Meloni de Hermanos de Italia, líder a su misma vez de la coalición de centro derecha. Los detalles aún están por concretar y, sobre todo, los participantes finales porque los otros partidos han presentado ya sus quejas por no haber sido convocados. Pero mientras la pre campaña está ya en marcha, el debate directo no llega y la confrontación de los partidos no es televisada, los programas de las principales fuerzas políticas o coaliciones han sido presentados. Estas son algunas de sus medidas principales en una campaña electoral dominada en lo internacional por la guerra y en lo nacional por la inflación y los fondos de recuperación de la UE que deberán ser gestionados, en sus próximos plazos y cumpliendo con los objetivos de Bruselas, por el nuevo Gobierno.
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Programa electoral del centro derecha
La coalición electoral de centro derecha está compuesta por Fuerza Italia de Silvio Berlusconi, la Liga de Matteo Salvini y Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, con el liderazgo de esta última en las encuestas, también en las citas electorales de las locales recientes, desde hace meses. Han decidido concurrir juntos y, tras varias discusiones de liderazgo, que mantendrán la norma con la que ya concurrieron en las pasadas elecciones: quien tenga un voto más elegirá, o será el mismo, el premier. Todo apunta, así, a Giorgia Meloni. En cuanto a los puntos del programa electoral algunos de los temas básicos son los siguientes: posición soberanista a nivel internacional en donde prevalece “la defensa de la patria y los intereses nacionales” y se añade una “adecuación de los presupuestos de defensa” que en 2022 ya intentaban adecuarse a los parámetros solicitado por los acuerdos de la OTAN. En transición ecológica la postura es “la tutela de los intereses italianos ante Europa” que, tras alguna declaración de Giorgia Meloni se puede intuir que el centro derecha intentará rebajar estos parámetros, que considera excesivos, a la realidad del país. En cuanto a economía nacional prevalece la rebaja de impuestos con el modelo de la ‘flat tax’ y la eliminación de la renta de la ciudadanía.
En cuanto a infraestructuras hay un tema que sobrevuela la política desde hace décadas: la construcción de un puente en el estrecho de Mesina. Declarada por algunas organizaciones del sector como incompatible con la tutela ambiental por su naturaleza sísmica. Otro tema que ha sobrevolado siempre las medidas de la derecha es una reforma constitucional para pasar de una república parlamentaria a una república presidencialista. Hasta ahora el jefe del Estado es elegido por el Parlamento pero, el cambio que querrían introducir, especialmente defendido por Berlusconi, haría que la elección del Presidente de la República fuese por el voto ciudadano.
En cuanto a valores: defensa de las raíces judeocristianas en Europa a pesar de que Italia es un estado laico. Sobre seguridad e inmigración se pide el refuerzo de la primera con más personal de fuerzas del orden y en el segundo puertos cerrados y acuerdos con el Gobierno de Libia para frenar la inmigración. Sería posible un “decreto seguridad” similar al que lanzó Salvini cuando era ministro del Interior.
El programa del centro izquierda
El centro-izquierda en las elecciones políticas de este otoño se presentará con estas listas: Demócratas y Progresistas (Pd, Demos y Psi), + Europa liderado por Emma Bonino, Alianza de Izquierda Verde (Verdes e Izquierda Italiana) y Compromiso Cívico (el nuevo partido de Luigi di Maio). El programa de PD se basa en tres pilares: desarrollo sostenible y transición ecológicas y digital; trabajo, educación y justicia social; derechos y ciudadanía. Está dividida en unas cuarenta propuestas.
A nivel de política internacional mantiene una postura atlantista y europeísta y proponen la creación de un “ejército común europeo”. En el tema de la transición ecológica intentan destacar la apuesta por una energía verde con procesos de aceleración de la burocracia, uno de los grandes problemas en este momento, y la intención, sin concretar demasiado, de ir abandonando la creación de regasificadores. Además pretenden lanzar un “plan nacional de adaptación al cambio climático” de cara a 20250, también sin desarrollarlo concretamente en el programa. En el campo de la reforma laboral: la aprobación de un salario mínimo, paridad salarial, rebaja de los impuestos a los trabajadores que hará que ganen en total un mes al año y proponen un cambio en el sistema de financiación de la sanidad.
Además de estos puntos existe una gran mención a los jóvenes con medidas como 2000 euros al año hasta los 35 para ayudar a pagar el alquiler, eliminación de prácticas no remuneradas o transporte público local gratuito para jóvenes y mayores. En el tema de la jubilación se propone mayor flexibilidad en el acceso, a partir de los 63 años. Otras medidas son perseguidas en la agenda del centro izquierda desde hace años: el IUS Scholae que daría la ciudadanía a los hijos de migrantes nacidos o criados en Italia tras asistir al sistema educativo, la ley contra la homofobia, conocida como Ddl Zan en Italia y que no consiguió ser aprobada el pasado otoño, una ley para el consumo de cannabis y otra para el “fine vita” o, lo que es lo mismo, la eutanasia. Así como una nueva ley electoral, a pesar de que la que rige ahora, Rosatellum, fue aprobada por propuesta, entre otros, del propio PD.
Programa electoral del M5S
Por ahora el M5S concurrirá solo a las elecciones. Durante estos cuatro años de legislatura, tras las elecciones de 2018 donde fueron el primer partido, a los grillinos les ha sucedido de todo y lo contrario. Ahora han bajado en la intención de voto casi 20 puntos, han gobernado en dos ocasiones en las que Giuseppe fue primer ministro, primero con la Liga y con el PD y en los últimos meses han sufrido la escisión en la que uno de sus pesos pesados históricos, Luigi di Maio, decidió abandonar el partido y formar su propia formación política.
En cuanto al programa electoral comparte algunas medidas con el centro izquierda: salario mínimo, interrupción de prácticas no remuneradas, apuesta por la energía limpia o derechos civiles como es IUS Scholae. El M5S pone el acento sobre la igualdad de género con medidas como la equiparación del permiso de paterniddad y maternidad y medidas de protección contra la violencia de género con herramientas como las pulseras electrónicas. Apuesta también por una rebaja fiscal pero sin concretar de dónde serán compensados esos fondos. El tema más central es mantener la “renta de la ciudadanía”, medida estrella de los grillinos que ayuda a más de 1 millón de italianos pero que también ha recibido muchas críticas en estos años porque ha sido una herramienta de fraude para muchos. El partido propone mantenerla pero ampliando los mecanismos de control. Añaden, además, otra medida llamada “sfiducia costruttiva” que pretende establecer que los partidos no podrán quitarle la confianza a un Ejecutivo sin dársela a otro con un nuevo acuerdo del arco parlamentario, medida creada para frenar la tendencia en Italia de hacer caer un gobierno, que suelen durar como máximo un año y medio.
El “tercer polo”
El tercer polo está formado por la coalición de centro que acaban de firmar Matteo Renzi de Italia Viva y Carlo Calenda de Acción. Ambos ex pesos pesados del Partido Democratico ahora con una ideología más centrista. Basan su agenda en continuar el trabajo realizado por Draghi y en mantener sus objetivos vinculados, en mayor medida, a los fondos de recuperación de la UE y en mantener un status internacional que el ex presidente dela BCE había cosechado estos meses.