Huey, un niño inglés de cuatro años, está en la etapa 4 del neuroblastoma, un tipo de cáncer que afecta normalmente a menores de 5 años y se origina a partir de células nerviosas inmaduras que se encuentran en varias áreas del cuerpo. Sus padres, Rachel y Ben Stairs, han decidido compartir su historia para animar a otros a que sigan sus instintos y no paren de insistir si creen que algo no va bien con sus hijos. Con el mismo objetivo, otra joven estadounidense, con cáncer de mama, ha compartido su propia historia después de que rechazasen hacerle una mamografía.
En el caso de Huey, su madre le llevó al médico un par de veces porque tenía dolor constante, había comenzado a andar de forma rara y se volvió más lento. Los médicos no le dieron importancia y achacaron estos síntomas a un desgarro muscular.
“Un día fui al hospital y les pedí que lo miraran pero me dijeron lo mismo”, relata su madre al diario británico 'Daily Star', explicando que se negó a irse porque tenía “un presentimiento”.
Los médicos hicieron entonces más pruebas al pequeño y le diagnosticaron un neuroblastoma en etapa 4. Creen que el cáncer de Huey comenzó en su riñón y, desde que lo detectaron, se ha extendido a los ganglios linfáticos y los huesos.
“Le diría a todos los padres que si creen que algo no está bien, presionen. Presiona porque yo podría haberme ido pensando que tenía un tirón muscular”, ha expresado Rachel al mismo diario.
“Una vez que fue diagnosticado, todo se movió rápidamente y ahora estamos bajo el cuidado del Hospital de Southampton”, ha señalado Rachel, explicando que el niño tiene que seguir al menos 18 meses de tratamiento.
Para ayudar a la familia, que tiene otros cinco hijos, el tío del niño ha creado una página de recaudación de fondos, donde explica que es Rachel quien se queda con el pequeño, pero su padre hace viajes de ida y vuelta al hospital cada día.
El neuroblastoma, que se presenta con mayor frecuencia a los niños menores de 5 años, puede afectar a varias partes del cuerpo y los signos y síntomas dependen precisamente de esto, según Mayo Clinic.
En el abdomen, se suele dar dolor; una masa debajo de la piel que no es sensible al tacto y cambios en los hábitos intestinales, como diarrea o estreñimiento.
En el pecho, se da silbido al respirar; dolor en el pecho y cambios en los ojos; inclusive párpados caídos y tamaño de la pupila desigual.
Otros signos y síntomas pueden ser bultos de tejido debajo de la piel; ojos que parecen sobresalir de las cavidades oculares (proptosis); círculos oscuros, similares a moretones, alrededor de los ojos; dolor de espalda; fiebre; pérdida de peso inexplicable y dolor de huesos.