Dos personas ha muerto y otras 17 han resultado heridas, cuatro de ellas en estado crítico, el sábado después de que un vehículo atropellara a una multitud que se ubicaba cerca del bar Intoxicology Department en la localidad de Berwick, en el este de Pensilvania, Estados Unidos. Las víctimas acudían a un acto benéfico para recaudar fondos para los afectados por el incendio en Nescopeck. Anteriormente, el individuo ha matado a una mujer en un municipio cercano.
El incidente ha tenido lugar alrededor de las 18.30 hora local (00.30 hora peninsular española) cuando varias docenas de personas asistían --en el bar Intoxicology Department y un espacio adyacente al aire libre-- a un acto benéfico destinado a recaudar fondos para las víctimas de un incendio ocurrido el 5 de agosto en Nescopeck, por el que diez personas de la misma familia fallecieron, incluidos tres niños.
Las autoridades del municipio han indicado en su cuenta de Facebook que "no hay indicios de que el incidente de Berwick esté relacionado con el evento" anteriormente mencionado. A lo que ha añadido que: "Después de hablar con la policía en la escena, no existe una amenaza continua para el público".
Asimismo, la oficina de Berwick ha señalado que la Policía estatal de Pensilvania se encargará de hacer público un informe completo en los próximos instantes.
El sospechoso, identificado como Adrián Oswaldo Sura Reyes, de 24 años, ha sido detenido y ya ha pasado a disposición judicial, imputado por homicidio doloso, informa NBC News, citando a la Policía estatal de Pensilvania.
Después del atropello, el individuo se bajó del coche y cruzó el río que separa Berwick del vecino municipio de Nescopeck. Allí, agredió a una mujer hasta matarla, de acuerdo con la Policía, poco antes de acabar detenido.
Las autoridades no han revelado las identidades de las dos personas que fueron asesinadas pero el forense del condado de Columbia, Jeremy Reese, ha identificado a la víctima del atropello de Berwick como una mujer de 50 años de Wilkes-Barre que fue declarada muerta en el lugar.
El 5 de agosto diez personas de entre cinco y 79 años fallecieron en un incendio que destruyó la vivienda familiar. Tres adultos pudieron escapar.
Un bombero voluntario de la localidad, Harold Baker, señaló a los medios que las personas que se encontraban en la vivienda son miembros de su familia, incluyendo dos hijos, varios nietos, su suegro, cuñada y cuñado.
"Los bomberos intentaron valientes esfuerzos para ingresar a la casa por la parte trasera, pero fueron rechazados por las llamas y el calor", declaró Derek Felsman, agente de la Policía en una conferencia de prensa recogida por los medios locales.
Así, la causa del incendio está siendo investigada por las autoridades. "Estamos utilizando múltiples recursos del departamento para garantizar una investigación exhaustiva y completa de este incendio fatal", dijo Felsman.