La última jornada de las maniobras chinas en el estrecho de Formosa ha traído tanta tensión como la primera. Taiwán ha vuelto a denunciar nuevos simulacros de ataques contra la isla y su armada.
Según el Ministerio de Defensa, se han detectado múltiples grupos de aviones, buques y drones chinos operando en la zona. Pekín cierra así unas maniobras militares en la que ha querido exhibir su fuerza y poderío militar en unos momentos de gran tensión mundial.
A la invasión de Ucrania se ha sumado esta crisis entre Estados Unidos y China, en la que este país, agraviado por la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes a Taiwán, ha recordado su pretensión de anexionársela.
Sin embargo, en la isla no se muestran especial preocupados. Aparentemente reina el sentimiento de que es más de lo de siempre.” China, aunque amaga, no atacará”, dicen muchos taiwaneses.
Disfrutan de una independencia de facto, aunque no reconocida ni por ellos ni por la comunidad internacional. Hasta ahora, solo si fuera declarada, China daría el paso de una anexión de imprevisibles consecuencias dado el compromiso de Washington con Taiwán.