El Royal London Hospital ha informado de que desconectará a Archie Battersbee este sábado a las 10 de la mañana de la máquina de soporte vital que mantiene sus constantes vitales. Los padres del joven de 12 años declarado en muerte cerebral desde el día 7 de abril cuando fue encontrado con una soga al cuello, pasan las últimas horas con él, abatidos por el terrible desenlace de su lucha en los tribunales.
A lo largo de estos cuatro meses, Hollie Dance y Paul Battersbee, los padres de Archie, ahora separados, han luchado para lograr que su hijo no sea desconectado. Hollie asegura que a lo largo de este tiempo, Archie ha dado muestras de ser consciente de su estado y de su intención de luchar para recuperarse. Pero los médicos del Royal London Hospital que lo mantienen con vida, creen que el joven de 12 años está muerto. Una resonancia magnética realizada el 21 de mayo así lo certifica según han informado a los tribunales.
A lo largo de toda esta batalla judicial, 8 jueces en el Reino Unido han coincidido en dar la razón a los médicos rechazando los argumentos de sus padres.
Tanto el Gobierno como grupos cristianos han estado apoyando a los padres de Archie, pero no ha sido suficiente. El último golpe judicial lo recibieron este jueves cuando el Tribunal Europeo de Derechos Humanos con sede en Estrasburgo no aceptó la apelación de Diana y Paul y rechazó inmiscuirse el las decisiones de los tribunales del Reino Unido.
Esta últimas horas, los padres y el hermano de Archie han estado junto a él en la cama dónde ha pasado los últimos cuatro meses conectados a una máquina.
Los padres de Archie también han visto denegada su petición a la Corte Suprema del Reino Unido su deseo de trasladar a su hijo a un centro especializado en cuidados paliativos, conocidos como hospicios, para ayudar a Archie en su tránsito final.