Con la batalla jurídica perdida, los padres de Archie Battersbee reclaman ahora su derecho a decidir dónde y cómo morirá su hijo tras ser desconectado del soporte vital que lo mantienen artificialmente con vida. Hollie Dance y Paul Battersbee han pedido a la Corte Suprema autorización para llevarse al joven de 12 años en muerte cerebral a un centro especializado en cuidados paliativos, más conocidos en el Reino Unido como hospicios, para que muera lejos de la frialdad del Royal London Hospital.
Hollie y Paul ya solo pelean por controlar el final de su hijo. El hospital donde está ingresado ya ha negado la posibilidad de ser trasladado a cuidados paliativos tras ser desconectado. Tampoco permite que sea enviado a un centro especializado en estos tipos de cuidados
En unas dramáticas declaraciones ante los medios de comunicación, la madre de Archie ha declarado que si le retiran el soporte vital ella le hará el "boca a boca" para darle oxígeno hasta que fallezca.
Nada se sabe por el momento de las ofertas recibidas por los padres para que Archie sea trasladado a Japón o a Turquía por ser tratados en hospitales especializados en casos como el de su hijo.