Taiwán prepara sus refugios antiaéreos por la creciente tensión con China, tras la reciente visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi. Las autoridades realizan simulacros con sus ciudadanos de cómo protegerse ante el temor de un posible ataque del ejército de Pekín. Solo Taipéi la capital, cuenta con más de 4.600 refugios antiaéreos que pueden acoger a unos 12 millones de personas, más de cuatro veces su población.
Los preparativos incluyen el reparto de refugios en los que los habitantes de la capital taiwanesa pueden ponerse a cubierto si los misiles chinos fueran una amenaza real. Los búnkeres no se han construido expresamente para ellos, sino que son espacios bajo tierra como aparcamientos, estaciones de metro y centros comerciales subterráneos.
Las autoridades de Taipéi han actualizado su base de datos de refugios designados, poniendo su localización en una aplicación para teléfonos inteligentes y lanzando una campaña en redes sociales y carteles para asegurarse que la gente sepa cómo encontrar el más cercano. Las entradas a los refugios están marcadas con una etiqueta amarilla, del tamaño de una hoja A4, con el número máximo de personas que puede acoger.
Un alto responsable de la oficina municipal encargada de los refugios dijo que los acontecimientos en Europa han hecho ver la emergencia. “Mira la guerra en Ucrania”, dijo a Reuters Abercrombie Yang, director de la Oficina de Administración de Edificios. “No hay garantía de que la gente inocente no sea golpeada”, dijo y añadió que por eso había que informar al público. “Todos los ciudadanos deben tener conciencia de la crisis. (…) Necesitamos los refugios en caso de un ataque de los comunistas chinos”.
La creciente tensión entre China y Estados Unidos por la la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, y la invasión rusa de Ucrania hacen temer de nuevo la posibilidad de un ataque del Ejército chino a la isla. China amenaza con maniobras militares, tras hacer un alarde de fuerza con cuatro buques de guerra y un destructor del Ejército que tiene un radio de vigilancia de 380 kilómetros a nivel del mar y de hasta 560 kilómetros si monitorea el espacio aéreo a su alrededor. Taiwán promete defenderse y ha hecho del refuerzo de sus defensas una prioridad, con simulacros regulares de defensa militar y civil.