Mata a golpes a un inmigrante nigeriano de 39 años que vendía pañuelos de papel y pedía alguna moneda a cambio. Ha ocurrido en plena calle de Civitanova Marche, en Italia. Su agresor, un operario italiano de 32 años usó la muleta del fallecido para golpearlo ante la vista de todos, que grabaron la escena sin intervenir. Después de la paliza, huyó del lugar robándole el teléfono móvil.
El homicida, identificado como Filippo Ferlazzo, paseaba con su pareja por una calle de Civitanova Marche, cuando el vendedor ambulante, Alika Ogorchukwu se le acercó ofreciéndole pañuelos de papel. Según algunos testigos tocó a la mujer por el brazo para llamar su atención y esto habría provocado la violenta reacción de Ferlazzo, que esperó a que su pareja entrara en una tienda para salir y emprenderla a golpes contra el inmigrante.
Filippo Ferlazzo, de 32 años permanece detenido y acusado de un homicidio voluntario y robo, porque no satisfecho con la paliza mortal se llevó el teléfono móvil de la víctima.
La pelea de ambos hombres duró unos cuatro minutos, según varios testigos, aunque nadie hizo nada para impedir la muerte del vendedor inmigrante, que fue golpeado con una muleta que él mismo usaba para ayudarse a andar, después de haber sufrido un accidente en la calle.
Filippo Ferlazzo, tras ser detenido, alegó que sufre trastornos psiquiátricos y que había agredido al inmigrante, porque había pedido “insistentemente” dinero y había del brazo a su novia.
Ferlazzo, tiene antecedentes policiales por delitos menores, según ha informado Il Post. La Policía ha recuperado los vídeos, numerosos, grabados por los viandantes y testigos que no intervinieron en la pelea, aunque sí llamaron a los agentes, que cuando acudieron ya el inmigrante yacía sin vida sobre la acera.
Según las primeras hipótesis, el fallecido pidió insistentemente dinero a Ferlazzo y su pareja, lo que desató una violenta reacción del hombre contra el otro. El fallecido estaba casado y tenía un hijo pequeño.
La familia del vendedor ha exigido que se haga y ha pedido explicaciones de por qué el homicida no estaba vigilado si tiene problemas psiquiátricos. ”Las disculpas de Filippo Claudio Ferlazzo (al autor del crimen) no bastan. Ahora solo necesitamos justicia, no venganza. Es difícil llegar a comprender lo ocurrido”,