Los padres de Archie Battersbee continúan luchando in extremis para tratar de evitar que el menor sea desconectado. La madre y el padre del menor han enviado una carta urgente al Secretario de Salud en la que le piden que se cumpla la orden de la ONU y no se desconecte al pequeño, pese a la decisión del juzgado de desconectar al menor.
Hollie Dance y Paul Battersbee están desesperados. Este lunes el juzgado dictaminaba que los médicos podían desconectar a Archie, que sufre desde el pasado abril daños cerebrales, pese a la negativa de sus padres. En ese momento comenzó una contrarreloj para tratar de salvar la vida de su hijo.
Este viernes el caso daba un giro tras más de tres meses de batallas en los tribunales. La ONU aceptó estudiar el caso tras el recurso presentado por los padres ante el Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD) de la ONU, y hasta ese momento una orden judicial prohíbe la desconexión de Archie en un proceso que puede prolongarse en el tiempo.
Pese a la pequeña victoria que han conseguido los padres con la orden de la ONU, Hollie y Paul han escrito al Secretario de Salud, exigiendo que evite la desconexión de su hijo.
"Estimado señor Barclay, estará al tanto de la terrible tragedia por la que está pasando nuestra familia desde que nuestro hijo Archie sufrió un daño cerebral severo en abril como resultado de un desafío en línea que salió mal", comienzan escribiendo.
“Agradecemos a los médicos y enfermeras del Royal London Hospital por el tratamiento y la atención brindados a Archie en los últimos cuatro meses", continúan. “Sin embargo, lamento decir que durante ese período, nuestro dolor y angustia se han visto muy agravados por las acciones de dos o tres médicos principales en el hospital y la administración de Barts Health NHS Trust".
“Desde el primer día, la familia, así como los médicos tratantes, han sido presionados diariamente por el Trust para que renuncien a Archie, retiren el soporte vital y lo dejen morir", lamentan, según recoge Daily Mail.
“Archie tiene derecho a que las decisiones sobre su vida y muerte, tomadas por el NHS y los tribunales del Reino Unido, sean examinadas por un organismo internacional de derechos humanos. Acelerar su muerte para evitar eso sería completamente inaceptable", escriben, para terminar suplicando al Secretario de Salud que actúe de inmediato para "garantizar que esto no suceda"