Este lunes un tribunal de apelación confirmaba la decisión de desconectar a Archie, el niño de 12 años que sufre desde el pasado abril daños cerebrales y cuya situación centra una disputa legal entre su familia y los médicos. Una decisión que ha sentado como un jarro de agua fría a sus padres, que habían apelado la decisión. A pesar de ello, su madre asegura que no se rendirá.
Los padres del menor habían apelado la decisión del juez Hayden, pero finalmente un nuevo tribunal ha confirmado que el pequeño puede ser desconectado en contra de la voluntad de sus padres.
Los médicos consideran que Archie no tiene "ningún signo de vida" y que se trata de una situación irreversible. Los padres tienen desde este lunes 48 horas para presentar el caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y si no, el pequeño tendrá que ser desconectado.
La madre del pequeño salió del tribunal asegurando que no van a cesar en sus intentos por salvar la vida de su hijo: “Continuaremos esta lucha”, confirmaba, según recoge Harrow Times. Para ello, están en conversaciones con sus abogados para tratar de encontrar una vía in extremis que les permita ganar tiempo. Una de las pocas posibilidades que le queda a la familia es presentar el caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Este lunes fue un día especialmente duro para la familia de Archie. El padre del menor, Paul Battersbee, tuvo que ser ingresado en el hospital. Según informaron los medios locales, se temía que el hombre hubiera podido sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral por la tensión de esperar la decisión de los jueces sobre el futuro de su hijo.
Ante esta situación, los padres pidieron posponer la decisión del tribunal, algo que finalmente no ocurrió.