Una niña de 12 años tuvo que fingir su muerte para evitar que su padre, que la había apuñalado, acabase con su vida. La menor vio cómo su padre mató a su hermana, de solo 3 años, en su casa de Florida, en Estados Unidos.
Los hechos ocurrieron en el domicilio familiar, cuando el padre, Juan Bravo-Torres, de 39 años, la agarró del cuello mientras dormía y le cortó con un cuchillo la garganta. Tras el brutal ataque, su padre fue a por otro cuchillo, y en ese momento la niña salió de la habitación y descubrió que su hermana pequeña estaba tirada en el suelo herida grave.
Cuando llegó su padre, la menor luchó con él hasta que finalmente se hizo la muerta para intentar que parase la agresión. Su técnica funcionó y el hombre creyó que la menor ya estaba muerta. El acusado arrastró a las dos niñas al baño y las dejó encerradas en el interior. Después, según relata la menor, escuchó cómo el hombre se intentaba cortar el cuello.
La menor esperó hasta que dejó de escuchar ruidos, cuando su padre se había quedado inconsciente, y salió del baño. Cogió el cuchillo que el hombre había usado para atacarla y se fue caminando hasta el restaurante de comida rápida donde trabaja su madre para contar lo ocurrido.
Al llegar las autoridades comprobaron que en el domicilio se encontraba la menor de 3 años, ya fallecida, y el hombre, inconsciente con varias heridas en su torso. Juan Bravo-Torres fue trasladado al hospital, donde se encuentra ingresado bajo supervisión policial las 24 horas del día.
La pequeña de 12 años también tuvo que ser trasladada de urgencia al hospital y se encuentra ingresada en estado crítico aunque estable, según recoge Univisión.
Juan Bravo-Torres está acusado de homicidio premeditado en primer grado e intento de asesinato en primer grado por la muerte de su hija de 3 años y por el apuñalamiento de su otra hija de 12.