María Barry, una mujer de 58 años, achacó la picazón que sufría en sus manos con una reacción alérgica a los productos de limpieza que utilizaba. Sin embargo, el diagnóstico era mucho más grave: padece cáncer en las vías biliares.
Esta mujer de Reino Unido comenzó con los primeros síntomas en plena cuarentena. Por ello, en aquel momento, fue imposible para ella conseguir una cita en el médico. En un primer momento no dio mucha importancia al caso: creía que se trataba de una reacción alérgica a los productos de limpieza que utilizaba en la guardería infantil donde trabajaba en Londres.
En una primera consulta médica, le recetaron unas cremas para la sequedad de manos, pero no le aliviaron el picor ni le solucionaron el problema.
Tras la insistencia de María, finalmente los médicos descubrieron el motivo por el que le picaban las manos: padecía un cáncer en las vías biliares. Esta enfermedad solo la sufren 1.000 personas anualmente en Reino Unido, según informa el Sistema Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) y como recoge La República, y una de esas personas es María.
María es madre de tres hijos: Nico, de 32 años; Luca, de 30; y Nadia, de 27. Los jóvenes han abierto una página en Go Fund Me para recaudar el dinero para encontrar un tratamiento para su madre. "El 24 de diciembre, Nochebuena, recibimos la peor noticia de todas. Desde ese día, nuestro mundo se puso patas arriba y se convirtió en una pesadilla viviente", escriben.
"En abril descubrieron que se había propagado al hígado, por lo que ahora presenta una masa de 9 cm, conocida como colagiocarcinoma intrahepático, que podría acabar con su vida en entre tres y seis meses", continúan.
Los hijos han averiguado que existe un tratamiento que se realiza en el University College London Hospitals (UCLH) que investiga los efectos de la terapia génica V en pacientes con este tipo de cáncer, y quieren intentar que su madre pueda recibirlo: "Esto es mucho más amable con el cuerpo, pero es igual de agresivo contra el cáncer que la quimioterapia”, explican.
El problema de este tratamiento es su elevado coste: unos 14.000 euros mensuales. "Debemos tratar de recaudar el dinero que cubra, al menos, seis meses de tratamiento", explican los hijos.
Los hijos de María aseguran que su madre es “la heroína del barrio" y creen que es capaz de vencer al cáncer, por lo que piden la colaboración ciudadana para poder pagarle ese nuevo tratamiento.