El juzgado ha dictaminado que los médicos pueden desconectar a Archie, el niño de 12 años que sufre desde el pasado abril daños cerebrales y cuya situación centra una disputa legal entre su familia y los médicos. Los jueces han contestado así a la apelación de los padres, que pidieron posponer la decisión tras el ingreso de urgencia del padre de Archie en el hospital.
Paul Battersbee, el padre de Archie, ha ingresado de urgencia en el hospital. Según informan los medios locales como The Sun, se temía que el hombre hubiera podido sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral por la tensión de esperar la decisión de los jueces sobre el futuro de su hijo. Ante esta situación, los padres pidieron posponer la decisión del tribunal, algo que finalmente no ha ocurrido.
Así, a pesar de la situación delicada de los padres, el juzgado ha decidido que los médicos pueden desconectar al pequeño Archie al no haber visto "ningún signo de vida" en menor. Los padres tienen desde este momento 48 horas para intentar presentar el caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos para considerar el caso y si no, el pequeño será desconectado.
Los médicos han argumentado que es inútil seguir tratando al menor, ya que no hay ningún signo de vida en él, según recoge Mirror.
"Está ahí y se va a despertar, solo necesita tiempo. Todo lo que quiero es que le den tiempo para curarse", asegura su madre.
La familia quiere evitar esa desconexión asegurando que el pequeño ha reaccionado después de que le colocaran aceite de lavanda debajo de la nariz: "Su presión arterial subió, así que pusimos una grabación de meditación de respiración profunda y le pusimos aceite de lavanda debajo de la nariz y en 10 minutos su presión arterial bajó a niveles normales",
El pequeño Archie sufre desde el pasado abril daños cerebrales. Quedó en esa condición a consecuencia de un incidente ocurrido en su casa. Ocurrió el pasado 7 de abril, cuando sus padres lo encontraron inconsciente. Entonces indicaron que creían que el menor, que no volvió a recobrar la conciencia, había participado en algún "desafío online".
Los médicos consideran que el niño está en muerte cerebral y que debería ser desconectado de las máquinas que lo mantienen con vida mientras que sus padres, Hollie Dance y Paul Battersbee, naturales de Southend (Essex), sostienen que su corazón continúa latiendo y quieren que el tratamiento continúe.