Rusia y Ucrania han firmado este viernes en Estambul por mediación de la ONU y Turquía un acuerdo para reanudar las exportaciones de grano desde los puertos ucranianos en una solución a la crisis alimentaria derivada de la falta de cereales en los países del mundo más necesitados.
En virtud del acuerdo, una coalición de personal turco, ucraniano y de Naciones Unidas supervisará la carga de granos en los buques en los puertos ucranianos de Odesa, Chernomosk y Pivdenyi, antes de navegar por una ruta planificada previamente a través del mar Negro.
Los barcos cruzarán el mar Negro hacia el estrecho del Bósforo, en Turquía, donde se establecerá un centro de coordinación conjunto en Estambul, que incluye representantes de la ONU, Ucrania, Rusia y Turquía. Asimismo, este centro será el encargado de examinar los barcos que entren en Ucrania para garantizar que no lleven armas o material de combate.
De igual modo, las partes rusa y ucraniana se comprometen a suspender cualquier ataque contra los barcos o los puertos que participen en estas exportaciones. Personal de Turquía y de Naciones Unidas estará en los puertos ucranianos para confirmar la seguridad en las zonas protegidas por el acuerdo.
Como recuerda a The Guardian el fundador del Instituto para la Seguridad Alimentaria Global, Chris Elliot, Ucrania es el quinto mayor exportador de cereales del mundo, y Naciones Unidas compra casi la mitad de su producto para alimentar a millones de habitantes del África subsahariana.
Se trata de una operación a "enorme escala", que implica la reanudación a corto plazo de las exportaciones de al menos cinco millones de toneladas de cereales (de un total de 25 millones paralizadas desde el inicio del conflicto), cuyos preparativos, añade, podrían durar un mes antes de que funcionen a pleno rendimiento.
Ucrania además se enfrenta a la tarea de despejar las minas en el recorrido de los barcos, siempre y cuando encuentre suficientes buques para cubrir los retrasos. El éxito del plan también depende de las garantías de seguridad de Moscú y de que el presidente Vladimir Putin cumpla con su parte del trato en pleno conflicto armado.
"Mientras continúen las operaciones militares en el territorio de Ucrania, las aguas de los puertos ucranianos seguirán siendo extremadamente peligrosas", ha explicado a Bloomberg Andriy Kupchenko, jefe de análisis de la consultora local APK-Inform.
Además, hay que tener en cuenta la propia naturaleza de la firma del acuerdo: Ucrania ha estampado su firma junto a la de Turquía y a la de la ONU, pero no lo ha hecho directamente con Rusia, a la que nunca ha reconocido como interlocutor y sobre la que ya avisado de que no permitirá escoltas de barcos rusos ni la presencia de sus representantes en los puertos de Ucrania.
El plazo de desminado varía. Si bien la Organización Marítima Internacional ha estimado que la eliminación completa de las minas cerca de los puertos llevaría meses, el director de la Asociación de Granos de Ucrania, Mikola Gorbachov, considera que solo harían falta 10 días para abrir el primer trayecto de salida.
Todavía queda muy lejos, no obstante, la esperanza de que Ucrania pueda reanudar sus exportaciones a niveles previos al conflicto, para empezar porque otros puertos del país continúan inoperativos. El de Mikolaiv, cerca de Jersón, está paralizado por los combates mientras que el de Chornomorsk está bloqueado por barcos hundidos deliberadamente.
Con todo, la comunidad internacional, comenzando por el secretario general de la ONU, António Guterres, ha celebrado el acuerdo como el primer pacto de envergadura alcanzado entre ambas partes combatientes desde el inicio del conflicto.
"Este es un acuerdo sin precedentes entre dos partes involucradas en un conflicto sangriento. Pero ese conflicto continúa y la gente muere todos los días", ha explicado Guterres tras la consecución de la firma tras "un largo camino de negociaciones". "El faro de esperanza en el mar Negro está brillando hoy gracias a los esfuerzos colectivos de tantos. En estos tiempos difíciles y turbulentos para la región y nuestro mundo, dejemos que ese faro nos guíe para aliviar el sufrimiento humano y asegurar la paz", ha añadido.
El Alto Representante de Política Exterior y Seguridad Común de la Unión Europea, Josep Borrell, ha valorado el acuerdo como "un paso en la dirección correcta" y ha pedido su "rápida aplicación". "La UE sigue comprometida a la hora de seguir ayudando con las exportaciones del grano ucraniano", ha hecho saber.
"Rusia está destruyendo deliberadamente", ha acusado Borrell, "la infraestructura y el equipo agrícola y de transporte de Ucrania, causando escasez de combustible y creando problemas en la cadena de suministro de alimentos en todo el mundo mediante el bloqueo de los puertos de Ucrania y el saqueo del grano ucraniano". "De hecho, Rusia ha puesto en peligro la seguridad alimentaria de millones de personas en todo el mundo. El presente acuerdo ofrece una oportunidad para comenzar a revertir este curso negativo", ha manifestado.
En una de las primeras reacciones de Ucrania, el ministro ucraniano de Infraestructura, Oleksandr Kubrakov, ha aplaudido en su cuenta de Twitter que la firma del acuerdo ha sido "una gran contribución a la seguridad alimentaria mundial".
Por otra parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha saludado este "día histórico" con la apertura "en los próximos días" de al menos un corredor marítimo por el que reanudar las exportaciones. "Estamos orgullosos de ser instrumentales en una iniciativa que desempeña un papel importante en la solución de la crisis alimentaria mundial", ha añadido.
"Este paso conjunto que estamos dando hoy en Estambul con Rusia y Ucrania será un nuevo punto de inflexión para revivir las esperanzas de paz, esta es mi sincera esperanza. La guerra finalmente terminará en la mesa de negociaciones", ha asegurado.
Estados Unidos, por su parte, ha avisado de que "hará responsable a Rusia de la aplicación del acuerdo", según la embajadora del país norteamericano ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield.
Poco después, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso también ha anunciado la firma adicional de un memorándum de entendimiento sobre las exportaciones rusas de productos agrícolas entre el primer viceprimer ministro de Rusia, Andrei Belousov, y el secretario general de la ONU.
Este memorándum busca "garantizar el suministro transparente y sin trabas de alimentos y fertilizantes rusos, incluidas las materias primas materiales para su producción, a los mercados mundiales", ha hecho saber el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, en la nota recogida por la agencia Interfax.
Moscú espera abrir un canal de diálogo para "eliminar las trabas que EEUU y la UE han creado en las áreas de finanzas, seguros y logística, y lograr exenciones específicas", ha avanzado el ministro.