Alena Analeigh Wicker, una niña de 13 años de Texas (Estados Unidos), se ha convertido en la estudiante negra más joven aceptada en la facultad de medicina. La pequeña ha recibido la aceptación para ingresar en 2024 en la Escuela de Heersink de la Universidad de Alabama, a pesar de ser más de 10 años más joven que el estudiante de medicina promedio. Espera ser doctora cuando cumpla la mayoría de edad.

"¿Qué edad? No eres demasiado joven para hacer nada. Siento que me he probado a mí misma, que puedo hacer cualquier cosa en la que ponga mi corazón y mi mente", ha comentado Alena, en declaraciones a 'The Washington Post'. La ejemplar alumna vive a las afueras de la localidad de Fort Worth y realiza la mayor parte de sus cursos de forma online. Además, ha fundado la organización 'Brown STEM Girl', programa académico que pretende animar a todas las estudiantes negras que sueñan con aventurarse en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.

Alena fue adoptada por su madre, Daphne McQuarter, quien dijo que sabía desde temprana edad que su hija era diferente. "Tenía talento", explicó al rotativo estadounidense. Aseguró que sabía que Alena era especial desde que tenía tres años. "Era solo ver cómo hacía las cosas y lo avanzada que era", comenta. La pequeña era tan inteligente que su madre tuvo que educarla -parte de su vida- en casa para evitar el acoso y bullying de los compañeros.

Así, en lugar de estudiar la tarifa típica a los 10 años, se centró en un plan de estudios avanzado de la escuela secundaria. "Estaba aburrida", dijo Alena, "El trabajo fue tan fácil para mí que terminé graduándome de la escuela secundaria a los 12 años", comenta. La prodigio también se convirtió en la pasante más joven de la NASA el verano pasado, cuando pensó que quería dedicarse a la ingeniería.

Clayton Turner, director del Centro de Investigación Langley de la NASA, seleccionó a Alena después de encontrar una noticia sobre ella en la que decía que soñaba con trabajar para la organización espacial. "Ella es uno de esos intelectos excepcionales". No obstante, la estudiante tardó solo una clase en darse cuenta de que la ingeniería no era lo que quería: "Creo que la inmunología viral realmente surgió de mi pasión por el voluntariado y salir a involucrarme con todo el mundo", comenta respecto a la decisión de elegir la medicina.

La joven ha sido aceptada por la Escuela de Heersink en el marco del Programa de Garantía Temprana de la Universidad de Alabama (se desconoce si la estudiante usará una de las becas que gestiona su programa para costear su estancia en este centro, que asciende a unos 400.000 euros). A pesar de las circunstancias, se trata de un proceso diferente al que llevan a cabo los jóvenes solicitantes de forma habitual.

En cambio, el Programa de Garantía Temprana es altamente selectivo y riguroso. Solo está disponible para personas que demuestran un deseo dedicado de ingresar al campo de la medicina. Este logro se produce mientras la prodigio continúa trabajando en sus títulos de ciencias biológicas en la Universidad de Oakwood y en la Universidad Estatal de Arizona. Alena deberá completar sus títulos universitarios en la primavera de 2024 y comenzará en la facultad de medicina ese otoño. "He trabajado muy duro para alcanzar mis metas y vivir mis sueños", sentencia la estudiante, que reconoce que sin su madre no hubiera podido conseguirlo.