La periodista rusa Marina Ovsiannikova, que interrumpió una emisión en directo de un programa de televisión exhibiendo una pancarta contra la invasión del Kremlin en Ucrania, fue detenida este domingo, según informó en redes su abogado.
"Marina fue detenida. No hay ninguna información sobre el lugar donde se encuentra", se lee en un mensaje publicado por su entorno en la cuenta Telegram de la periodista. El mensaje de texto está acompañado de tres fotografías en las que se puede ver a Ovsiannikova, de 44 años, mientras dos policías la llevan hacia una furgoneta blanca, después de haberla detenido.
Su abogado, Dmitri Zajvatov, ha confirmado el arresto de la periodista a la agencia de prensa Ria-Novosti, y explicó que no sabe dónde fue trasladada su defendida. "Sospecho que esto está relacionado de una manera o de otra a su acto de protesta", aseguró.
No hubo ninguna declaración oficial, pero el arresto se produce días después de que Ovsiannikova se manifestara sola delante del Kremlin con una pancarta evocando la muerte de niñas y niños ucranianos durante la intervención militar en Ucrania y calificando de "asesino" al presidente Vladimir Putin.
Esta protesta puede ser castigada por una ley contra la publicación de "información falsa" e "injurias" al Ejército, cargos que pueden llevar penas de cárcel.
La periodista publicó durante la jornada del domingo un largo mensaje en su cuenta en Instagram en el que dijo que "no tiene miedo a ser arrestada" y subrayó que "estos monstruos inmorales que comenzaron una guerra pueden hacer cualquier cosa a cualquier persona decente en Rusia".
En este sentido, incidió en que su última protesta tuvo relación con el reciente bombardeo contra la ciudad ucraniana de Vínistia (centro) y denunció que "los medios de comunicación y propaganda no dijeron una palabra sobre la muerte de niños" en dicho bombardeo.
Ovsiannikova se volvió famosa cuando, a mediados de marzo de 2022, interrumpió el telediario de la noche de la cadena de televisión próxima al Kremlin -en la que trabajaba- con un rótulo en el que criticaba la ofensiva en Ucrania y la "propaganda" de los medios controlados por el poder. Detenida justo después, fue liberada tras pagar una multa de 30.000 rublos (255 euros) por "organizar un acto público sin autorización"..
A pesar de que las imágenes dieron la vuelta al mundo, Ovsiannikova no recibió el saludo unánime de toda la oposición rusa por su gesto, ya que muchos le reprochan los años trabajados en la cadena Pervy Kanal, cercana al Kremlin.
Tras varios meses trabajando en el extranjero, como por ejemplo para el medio alemán Die Welt, la periodista anunció a principios de julio su regreso a Rusia para arreglar un contencioso sobre la custodia de sus dos hijos.