La Policía ha evitado que una bebé fuese vendida por sus padres en Bolivia. Si no llega a ser por la intervención de las autoridades, la vida de la pequeña de tan solo un mes hubiese sido muy distinta. Por fortuna, una sargento de la Policía amamantó a la bebé que estaba hambrienta. Y es que los padres de la neonata querían comercializar con ella por 2 mil bolivianos, es decir, unos 290 euros. Este hecho recuerda al de una mujer que vendió a su hijo recién nacido en Rusia.
Las autoridades bolivianas detuvieron a los padres de la pequeña, en la la ciudad de Santa Cruz, Bolivia. La bebé fue trasladada de inmediato a las instalaciones de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC). El padre de la niña tenía intención de vender a su hija para comprarse un teléfono móvil, según publica Debate.
Una vez que la bebé de un mes fue llevada al Hospital de Niños Mario Ortiz, la sargento Delicia Ávila Calucho, de la División de Trata y Trafico de Personas, la amamantó. Ávila alimentó a la bebé y pudo cesar el llanto de la pequeña, aparentemente, porque tenía hambre.
La unidad de Trata y Tráfico de Personas de la Policía Departamental de Santa Cruz se ha hecho cargo de las investigaciones de este caso, según publica La Razón Digital Bolivia.