Maldivas, país tropical situado en el océano Índico, cuenta con más de 1.200 islas, de las cuales el 80% están a menos de un metro sobre el nivel del mar. Es una de las zonas más vulnerables al cambio climático y en un futuro podría quedar sumergida en el agua, tal y como advirtió su presidente, Ibrahim Solih, ante la ONU. Para evitarlo, el Gobierno y la empresa holandesa Dutch Docklands están levantado una ciudad flotante a tan sólo 10 minutos de Malé, la capital, y su aeropuerto.
El ambicioso proyecto, denominado Maldives Floating City (MFC), tendrá capacidad para acoger a 20.000 residentes, los cuales podrán adquirir una nueva vivienda de unos 100 metros cuadrados, con terraza, aparcamiento, embarcadero y, obviamente, vistas al mar.
Según Dutch Docklands, la promotora, cada casa costará unos 240.000 euros. Detallan que la idea es que sean viviendas "asequibles" para conseguir el más amplio espectro de compradores potenciales y, ante todo, lograr despertar el interés de la gente para trasladarse allí.
A largo plazo, la localidad flotante se dotará de todo tipo de servicios, desde tiendas, restaurantes y hoteles hasta colegios y hospitales, entre otros servicios.
El nuevo residencial acuático se levantará sobre una serie de estructuras hexagonales que ocuparán 200 hectáreas de aguas templadas, rodeadas de atolones. Dichas islas sirven como barrera y rompeolas, lo que permite que haya menos perturbaciones en estas aguas.
Está previsto que la construcción comience a finales de este 2022, aunque los residentes no empezarán a mudarse hasta principios de 2024. Se espera que la ciudad esté 100% terminada y operativa en 2027.
Según el Ejecutivo de Maldivas, el proceso de levantar la ciudad flotante será lo más respetuoso posible con el medioambiente. Para conservar la vida marina de la zona, se colocarán bancos de coral artificiales hechos de espuma de vidrio en la parte inferior, lo que ayudará a estimular el crecimiento natural del coral. Y es que en sus aguas conviven 1.100 tipos de peces distintos, cinco especies de tortugas marinas, 21 de cetáceos, 400 de moluscos y 83 de equinodermos.
El objetivo es que la ciudad sea lo más autosuficiente posible. Se obtendrá energía solar a través de placas y las aguas residuales se reutilizarán como abono para las plantas. Como alternativa al aire acondicionado, se usar la técnica de la refrigeración marítima de aguas profundas, que consiste en bombear agua fría de las profundidades del mar.
Los habitantes se desplazarán en barco, caminando, en bicicleta o en moto.