Pueden ser los últimos combates en Severodonetsk. A los defensores que quedan en la ciudad se les ha pedido que se retiren. Sí es un golpe para Ucrania, pero se intenta así evitar más muertes innecesarias. "Mantenerse en posiciones destrozadas por el enemigo durante meses no tiene sentido, porque cada día el número de bajas entre nuestros hombres puede aumentar"
Un misil que regresa como un boomerang para explotar cerca de donde se había lanzado demuestra que la ofensiva rusa sigue sin ser un ejemplo de eficacia bélica. Pero, aún así, las tropas del Kremlin retiran casi a diario la bandera ucraniana de alguna localidad del Dombás.
Pese a todo, el presidente Volodímir Zelenski tiene un motivo para sonreír. "Es una victoria" dice, refiriéndose a que Ucrania ya es oficialmente candidata a entrar en la Unión Europea. Ahora confía en el nuevo armamento llegado desde Occidente, como el sistema lanzacohetes HIMARS, para vencer también en el campo de batalla.
El Ministerio de Defensa ruso ha anunciado este viernes que sus fuerzas tienen rodeados a unos 2.000 combatientes ucranianos en las inmediaciones de la ciudad de Severodonetsk, en el este de Ucrania y principal frente de combate ahora mismo de la invasión rusa del país.
El portavoz militar ruso, general Igor Konashenkov, ha declarado que las fuerzas ucranianas están completamente aisladas cerca de la localidad de Hirske, a unos 15 kilómetros al sur de la ciudad, y ha agregado que se trataría de cuatro batallones, un grupo de artillería y un "contingente de mercenarios extranjeros".
Concretamente, Konashenkov estima que se trata de unos 1.800 militares, 120 paramilitares del grupo de ultraderecha Sector Derecho hasta 80 "mercenarios extranjeros, así como más de 40 vehículos blindados de combate, y unos 80 cañones y morteros", según declaraciones recogidas por Interfax.
"Solo en las últimas 24 horas, 41 militares en esta zona han renunciado a la resistencia y se han rendido voluntariamente", ha añadido Konashenkov.
Las autoridades ucranianas han confirmado que la ciudad de Hirske está prácticamente perdida, según el jefe municipal ucraniano Oleksiy Babchenko. Hay algunas batallas locales insignificantes en las afueras, pero el enemigo ha entrado en la ciudad", reconoció Babchenko en una rueda de prensa recogida por Sky News.
Ante la inminente evacuación de Severondonetsk por el avance ruso, su ciudad hermana de Lisichansk --separada solo por el río Donets-- está a punto de convertirse en el bastión final de la defensa ucraniana en toda la región de Lugansk, gran parte de la cual se ya autoproclamó independiente de Ucrania en 2014.