El Día Mundial del Refugiado se celebra cada 20 de junio, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), se une a millones de personas de todo el mundo para recordar a todos los que han huido del conflicto, de la violencia y la persecución en busca de ayuda lejos de sus casas. El número de desplazados forzados en todo el mundo ha crecido tras la guerra en Ucrania y supera ya los 100 millones. El derecho a buscar protección es uno de los debates más importante de la actualidad, porque todos podemos ser refugiados algún día.
ACNUR subraya en el comunicado que "toda persona tiene derecho a buscar protección, sin importar quiénes sean, de dónde provengan y cuándo hayan sido forzadas a huir. Si mantenemos nuestras puertas y nuestros corazones abiertos a las personas refugiadas, podemos ofrecerles la oportunidad de utilizar su energía y su talento de forma significativa, lo que finalmente nos beneficia a todos."
La guerra en Ucrania, con los horrores a las puertas de nuestras casas pone en evidencia la importancia de ser conscientes de la fragilidad de las personas que esperan la ayuda de nosotros. Nadie elige dejar todo atrás y exponerse a sufrir violencia, abusos y explotación, sobre todo las mujeres y niñas, pero en peligro están sus vidas y así huyen de los conflictos (Afganistán, Siria, la República Democrática del Congo), las persecuciones y la cárcel en Myanmar. Hay otros miles que escapan de desastres naturales , como en Etiopía, Kenia, Somalia y se han convertido en personas refugiadas, solicitantes de asilo, personas desplazadas internas o apátridas.
Nelson Mandela en 1993 cuando recibió el Premio Nobel de la Paz recordó a todas estas personas desamparadas y exigió un mundo "libre de la gran tragedia de millones de personas obligadas a ser refugiadas." Ese mundo sigue siendo una utopía y este día del Refugiado sirve como prueba del sufrimiento de los refugiados, de sus derechos y su necesidad imperiosa de tener un hogar.
Uno de cada tres ucranianos han tenido que abandonar su hogar y han buscado refugio en países de la UE, entre ellos en España. Se calcula que son 6 millones de ucranianos han huido de su pais, tras la invasión de Rusia y al menos ocho están desplazados dentro de Ucrania.
España y sus diferentes comunidades han acogido a cientos de niños y mujeres ucranianas que han perdido todo y han llegado con el trauma de la guerra en sus ojos. Gracias a la directiva comunitaria de Protección Temporal, que se creó tras la guerra en Yugoslavia para casos de “afluencia masiva o inminente” de personas refugiadas, han recibido documentación con derecho a asistencia médica para la incorporación inmediata a la vida en España, un derecho fundamental.
No son los únicos: hay afganos, etíopes, kurdos, rohingyas son muchas personas de diferentes nacionalidades que componen ese mosaico de desplazados y se calcula que son casi 100 millones que tienen esta condición en todo el mundo.