Han pasado seis meses desde que Britney Spears recuperase el control total de su vida. Tras el fin de la tutela de su padre, la cantante ha decidido casarse con su novio Sam Asghari en una boda íntima al que han invitado a su círculo más cercano. Ella misma ya avisó de sus ganas de casarse en la vista judicial que se celebró para acabar con su tutela a cargo de su padre: "Quiero casarme y tener un bebé".
Pues bien, tan solo ha pasado medio año desde estas declaraciones y la princesa del pop ya ha conseguido celebrar su tercera boda. Sin embargo, esta celebración se ha visto interrumpida por uno de sus exmaridos. Al parecer y según informaba el portal de noticias 'TMZ', Jason Alexander, exmarido Britney Spears con el que la cantante estuvo casada nada más y nada menos que 55 horas, habría decidido colarse en la casa de su exmujer e irrumpir en la celebración.
Fue el propio Jason Alexander el que decidió colarse en la casa de la cantante situada en Thousand Oaks, en California, y comenzar a retransmitir su invasión en la mansión a través de su cuenta personal de Instagram. Tras burlar el dispositivo de seguridad, el exmarido de Britney se coló en la primera planta de la vivienda y mostraba a todos sus seguidores cómo estaba decorada la casa.
Sin embargo, pocos minutos después los guardias de seguridad consiguieron retenerle y, tras avisar a la Policía, Jason Alexander acabó detenido.
Del evento poco ha trascendido. Los medios internacionales han conseguido saber que entre los invitados habría más de un rostro conocido. Al parecer, Britney Spears habría querido compartir este día tan especial junto a amigas suyas como Paris Hilton, Madonna, Selena Gomez, Donatella Versace o la actriz Drew Barrymore.
Sin embargo, los que no habrían sido invitados a la ceremonia romántica son todos los familiares con los que Britney Spears ha mantenido esta batalla legal por recuperar su custodia. Ni su padre, ni su madre, ni su hermana, habrían recibido invitación para asistir a la boda de la cantante con Sam Asghari.
Las ausencias que sí que han sido una sorpresa para todos los invitados han sido las de sus dos hijos. Al parecer, ni Sean Preston, de 16 años ni Jayden James, de 15 años, habrían acudido a la boda de su madre.
Otro de los detalles que se ha conocido es que la diseñadora del vestido de la novia ha sido Donatella Versace. Fue la propia Britney Spears la que confesaba que, el día que contrajese matrimonio, la italiana sería la encargada de hacer el diseño para deslumbrar en el día de su boda.
Medios como 'E! News' han asegurado que el vestido era de manga corta con los hombros descubiertos y tenía una pronunciada abertura lateral. Horas antes del enlace, Donatella Versace declaraba que se encontraba diseñar esta pieza para la intérprete de 'Baby One More Time' había sido "muy divertido y muy emocionante".
Por último, también se ha conocido que la canción escogida por la novia para que sonase cuando estuviese llegando al altar fuese 'Can't Help Falling in Love', de Elvis Presley.