A Vladimir Andonov  los ucranianos lo llamaban 'El Verdugo' por las masacres en las que participó durante la primera invasión rusa del país en 2014. Un francotirador ucraniano lo ha matado cerca de Kharkiv en una  misión de reconocimiento el 5 de junio, según confirmaron medios de comunicación rusos. El mercenario del Grupo Wagner tenía 44 años y había recibido varias condecoraciones del Kremlin por sus servicios prestados.

Vladimir Andonov, era para los rusos  “Vakha” o “el voluntario de Buriatia” por la región donde había nacido. Su muerte fue confirmada por Zhambal-Zhamso Zhanaev, jefe de esta región en declaraciones al periódico ruso Moskovskij Komsomolets.

Andonov sirvió en el ejército regular ruso desde 1997 hasta 2005; a partir de ese año se trasladó a la ciudad de Ulan-Ude, donde estudió en una escuela de enseñanza. Dejó los estudios inconclusos y se sumó como voluntario para ir a Ucrania y unirse a los combates en 2014, donde se desempeñó con tal fiereza que fue reclutado en la compañía de fuerzas especiales Olkhon que luchaba en el Donbás, y participó en la batalla de Debaltseve a principios de 2015, una de las últimas grandes batallas de la guerra inicial.

Ucrania lo acusa de haber participado en la masacre de prisioneros de guerra en la ciudad de Logvinovo tras la batalla, y de haber matado a civiles en otros lugares del Donbás. El Verdugo permaneció al frente de diferentes operaciones militares en Ucrania después de que la guerra finalizara con la firma de los Acuerdos de Minsk de 2015, antes de regresar a su región natal en 2017.

A finales de 2017, Andonov desapareció sin dejar rastro en Internet. Los analistas militares sugirieron que se había unido a las unidades de Wagner desplegadas en Siria y Libia. El grupo militar Wagner tiene una reputación sanguinaria por librar batallas 'especiales' que los militares regulares de Rusia no pueden, participando en masacres, torturas y asesinatos indiscriminados.

Andonov reapareció en combate en Ucrania, un terreno que conocía ampliamente, tras la orden del presidente ruso, Vladimir Putin, de volver a invadir el país a finales de febrero de 2022.