Salvador Ramos, el joven de 18 años que acabó con la vida de 19 niños y de dos maestras en Uvalde (Texas), llevaba más munición que cualquier soldado en combate. La Policía encontró 315 municiones en la escena del crimen en la Escuela Primaria Robb. El autor del crimen utilizó 142, pero había comprado más de 1000.
“Un cargador suele contener 30 rondas, y un soldado estadounidense generalmente lleva siete cargadores, uno en el arma y seis de repuesto, al combate”, indicó Steven McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, según publica CBS. Esto significa que un soldado estadounidense porta en combate unas 210 y Salvador Ramos había comprado 1 657 rondas de municiones, de las cuales se encontraron 315 rondas dentro de la escuela.
Además de todo este arsenal de munición, Ramos compró un fusil semiautomático AR-15, uno de los “más amados y vilipendiados" en Estados Unidos en 2010. De hecho, ha sido considerado como "el fusil de los Estados Unidos", por la Asociación Nacional del Rifle, siendo uno de los más populares entre la población del país debido, en parte, a las múltiples propuestas para prohibirlos o restringirlos, lo que no ha hecho más que aumentar la devoción de los amantes de las armas por él.
Según el mismo medio, Ramos había pedido a su hermana que lo comprase poco antes de cumplir los 18 años, pero esta se negó rotundamente, por lo que acabó haciéndolo él mismo con un tarjeta de débito.
En la misma rueda de prensa, McGraw ha explicado que la principal equivocación de la Policía residió en interpretar que el autor de los disparos había decidido atrincherarse en lugar de, como sucedió, abrir fuego indiscriminado -- aproximadamente "un centenar de tiros", según el responsable texano -- contra los escolares dentro de una clase.
El mando policial creía que "no había niños en peligro, pero estaba claro que no era así", según McGraw. "A toro pasado, está claro que no fue la decisión correcta. Fue la decisión equivocada, y punto", ha reconocido McCraw, quien ha apuntado como responsable al comandante de la operación 'in situ'. El diario 'New York Times' identifica a este comandante como el jefe de Policía de Uvalde, Daniel Rodriguez.
McGraw también ha confirmado, como había comenzado a circular en las últimas horas, que la Policía local impidió durante la primera respuesta al tiroteo que un equipo fuertemente armado de la Policía de Fronteras irrumpiera en la escuela.
Salvador Ramos, que fue abatido por los agentes después de estar disparando durante 15 minutos a todo aquel que se cruzaba en su camino en la escuela primaria, acabó con la vida de 19 niños, todos menores de 10 años, y dos profesores. Ramos, que acababa de cumplir 18 años, sufrió bullying en el mismo centro en el que llevó a cabo la matanza. Sus compañeros se reían de él por su ropa y por las carencias económicas de su familia.