El Gobierno británico ha acusado este domingo a Rusia de arriesgar la seguridad alimentaria mundial tras denunciar a Moscú por bloquear las exportaciones de grano ucraniano durante la invasión como arma de chantaje para forzar la rendición de Kiev.
"Rusia ha demostrado que está preparada para aprovecharse de la seguridad alimentaria mundial para su propio objetivo político y luego presentarse como el actor razonable y culpar a Occidente por cualquier fracaso", ha hecho saber el Ministerio de Defensa en un comunicado.
Londres acusa además a Rusia de cargar injustamente sobre los hombros de Ucrania las tareas de desminado en el mar Negro para facilitar la salida de los barcos de alimentos.
"Es una petición que sigue un principio básico de la estrategia moderna de mensajes rusos: introducir narrativas alternativas, aunque poco convincentes, para complicar la comprensión de las audiencias", añade el Ministerio.
El Ministerio admite que Ucrania ha desplegado mínimas marítimas en esas aguas pero lo ha hecho "debido a la continua y creíble amenaza de asaltos anfibios rusos desde el Mar Negro".
Las autoridades ucranianas han asegurado este sábado que Rusia estaría cargando 3.000 toneladas de productos metálicos en un barco desde el puerto de Mariúpol, en Ucrania, hacia Rostov del Don, en Rusia.
La comisionada de la Cámara Baja ucraniana para los Derechos Humanos, Liudmila Denisova, ha asegurado en un comunicado que las tropas rusas están cargando 3.000 toneladas de metal provenientes de Mariúpol, que está bajo control ruso y que es conocida por sus industria del acero.
"Tras el secuestro de grano ucraniano, los invasores lograron eliminar el metal producido de Mariúpol. Para esto, minaron parte del puerto de la ciudad", ha sostenido Denisova, que ha detallado que Rusia ha restablecido las conexiones ferroviarias entre Mariúpol y ciudad ucraniana de Volnovakha, perteneciente a la región de Donestk.