Nadie está libre de peligro en Ucrania, porque los misiles vuelven a caer sobre una ciudad que se creía liberada de la invasión rusa. Y esta madrugada ataques también ahí en Dnipro, han caído hasta tres misiles. Al menos nueve personas han muerto, entre ellas un bebé de cinco meses, y otras 19 resultaron heridas en los bombardeos lanzados por el ejército ruso sobre la ciudad de Jarkov, en el este de Ucrania, según fuentes de la autoridad militar regional, reproducidas por el portal Ukrinform.
"Hasta ahora, 19 personas han resultado heridas, incluido un niño de 9 años. Y, desafortunadamente, nueve murieron, incluido un bebé de 5 meses. Era una familia que escapaba. El padre y el bebé murieron, la madre está en el hospital, en estado crítico", explicó el jefe de la Administración Militar Regional de Jarkov, Oleh Syniehubov, en un teletón nacional.
Según Syniehubov, el bombardeo se llevó a cabo utilizando los lanzacohetes múltiples y la artillería Tornado y Smerch, cuya modificación está siendo verificada actualmente por expertos.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski acusa a Rusia de estar cometiendo un "genocidio" en el Donbás, en el este del país, donde la ciudad de Severodonetsk se encuentra bajo un diluvio de bombas. Arrolladoras en su ofensiva en el Donbás, las fuerzas rusas también atacan sin Jarkov (noreste), que había recuperado cierta normalidad tras el retroceso de las tropas invasoras que acechaban la segunda ciudad del país. "La actual ofensiva de los ocupantes en el Donbás podría dejar la región inhabitada", afirmó Zelenski, en la noche del jueves al viernes, en su discurso televisivo cotidiano, acusando a Rusia de querer "reducir a cenizas" varias ciudades de la región.