Las tropas rusas ya han entrado en Kiev. Apenas un día después de que Vladímir Putin ordenara la invasión, están tomando la capital del país.
La batalla por hacerse con el control total de la capital europea se libra con crudeza. Hay combates cuerpo a cuerpo y muchas bajas entre las filas ucranianas. Los tanques se abren paso por la ciudad disparando e incluso pasando por encima de lo que se encuentran, como ha ocurrido con el vehículo de un civil al que han podido sacar ileso del amasijo de hierros en que quedó convertido el turismo.
También hay civiles armados intentando repeler el avance ruso, y otros que cogen fusiles de unos camiones para defender a su patria.
La solidaridad ciudadana ocupa las calles de las capitales del mundo. Protestas globales de rechazo a la invasión y peticiones a Putin para que detenga esta veloz ofensiva. Una repulsa mundial que Moscú sofoca con detenciones masivas.
Mientras, la Unión Europea sanciona a Vladímir Putin y Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso. Congela sus cuentas y bienes en territorio comunitario.
La guerra dispara el precio de la luz, que mañana registrará los 261 euros el megavatio en el mercado mayorista. Se trata de una subida de 21 euros en tan solo 24 horas. En apenas una semana, ha subido un 40 % por el conflicto en Ucrania.