El 8 de noviembre de 2023, la tan respetada imagen de la Corona de Dinamarca se hizo añicos y su historia cambió para siempre, desencadenando una crisis sin precedentes en la monarquía del país. Federico, el primogénito de la reina Margarita II, era fotografiado por una conocida revista española con otra mujer que no era su esposa Mary en aparente actitud cómplice por las calles de Madrid. Era Genoveva Casanova.

Según trascendió entonces, ambos pasearon por el Parque El Retiro, cenaron en El Corral de la Morería y después se desplazaron al domicilio de la mexicana, donde pasaron la noche. Entraron de madrugada y no fue hasta la mañana siguiente cuando el entonces príncipe heredero danés abandonó la casa.

Las imágenes perturbaron la paz de la exmujer de Cayetano Martínez de Irujo y de la Casa Real danesa. Ella negó todo tipo de acusaciones. Palacio prefirió guardar silencio lanzando el siguiente comunicado: "Mantenemos una política desde hace años de no comentar ni confirmar cualquier detalle relacionado con asuntos privados. Además, nos gustaría enfatizar nuestro compromiso de respetar la privacidad de los miembros de la Familia Real, incluido el Príncipe Heredero".

Este viernes 8 de noviembre se cumple un año de aquel escándalo, y ambos todavía continúan en el foco mediático, aunque sus vidas han dejado de ser tal y como eran hasta entonces. Y no volverán a serlo. Él ya ha dejado atrás su título de príncipe y se ha convertido en el rey del país. Ella decidió desaparecer y blindar la suya hasta el extremo. Además, este día 8 no sólo se cumplen 365 días de aquello, la empresaria también cumple 48 años.

El primogénito de Margarita II se convirtió en el nuevo peso pesado de la monarquía danesa el 14 de enero de este año tras la histórica e inesperada abdicación de su madre, anunciada el 31 de diciembre. ¿El motivo? Proteger a su hijo mayor convirtiéndole en rey tras sus fotografías junto a Genoveva y obligándole a cambiar por completo su imagen pública, que ya estaba dañada por sus polémicas salidas nocturnas cuando era joven. Llegó a ser bautizado como el príncipe turbo por su adolescencia rebelde.

Desde su precipitada subida al trono, toda su vida ha sido analizada con lupa. Su matrimonio con Mary Donaldson, actual reina del país, sus apariciones en solitario, su gestión de la Corona, su figura como rey y el papel de su hijo Christian como actual heredero son sometidos constantemente al escrutinio público.

El comentarista real Thomas Larsen no ha dudado en calificar esta crisis como un "gran problema" para el rey Federico, asegurando que aquella visita a España provocó que tanto él como su familia "e incluso la institución" se vieran inmersos en "una situación bastante mala", ha recogido el diario danés B.T. No obstante, tanto Larsen como la experta en comunicación Anne Thygesen coinciden en lo mismo: la Casa Real ha sabido "salir con fuerza" de la polémica.

"En la mente de muchos, esta falta de juicio ha sido perdonada. Pero probablemente no volverá a suceder. De esa manera no se olvida", ha afirmado. Por su parte, el experto en Casa Real ha considerado que si esto "se hace dos veces", Federico correría el riesgo "de que las cosas vayan muy mal, ocasionando una crisis completamente diferente".

Lo cierto es que el monarca ahora tiene que intentar estar a la altura de Margarita II y dejar atrás las múltiples manchas en su expediente. Se espera -por el momento lo está consiguiendo- que Federico sea sinónimo de rectitud, solvencia y cercanía y antónimo de lo controvertido. También se espera que sea capaz de modernizar la Corona con el paso del tiempo. Aunque lo cierto es que Federico X todavía arrastra la sombra de Margarita por su impecable figura como reina.

También se enfrenta a una dura pérdida en su equipo de asesores. Lene Balleby, jefa de comunicación y una de las empleadas más leales de la Casa Real, dejará su puesto de trabajo el 1 de febrero de 2025. Se desconocen los motivos por los que ha decidido renunciar a su puesto. Así, uno de sus principales objetivos es buscar una nueva jefa de comunicación cuanto antes, si es que todavía no lo han hecho.

El caso de Casanova ha sido totalmente distinto. Ella, al contrario que Federico, se alejó de los flashes, las televisiones y la prensa. Decidió refugiarse y huir de España, poniendo tierra de por medio para desaparecer una temporada y mudarse a Londres, donde residen sus hijos. Poco después regresó al país, aunque con un perfil mucho más bajo.

Sus apariciones en eventos públicos son escasas, prácticamente nulas. Ha sabido seleccionar dónde y cuándo ir, con quién aparecer e incluso qué publicaciones compartir en redes sociales.

Durante este verano, se ha dejado ver disfrutando de unos días de desconexión en Las Maldivas y Sri Lanka, tal y como ella mostró en su perfil de Instagram con un carrusel de imágenes junto a varios rostros conocidos como Victoria Federica y Susi Caramelo, entre otros.

A finales del pasado mes de octubre, la revista Semana publicó varias instantáneas de la mexicana en Madrid, saliendo de una clínica dental y luciendo un look deportivo compuesto por gorra e indumentaria negra. También está planeando su regreso a la pantalla, que lo hará el próximo año en un programa de televisión.

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