Adriana Lima es uno de los ángeles más emblemáticos e icónicos de Victoria's Secret. En 2018 anunció su retiro de las pasarelas de la conocida firma de lencería, poniendo fin a una carrera de casi tres décadas. Desde entonces, la que fue considerada como "la modelo más sexy del planeta" según models.com, y quien ha sido la cuarta mejor pagada según la revista Forbes, dejó la industria y empezó a centrarse en una nueva etapa de su vida.
Sin embargo, en 2023 volvió a copar titulares debido a su sonado cambio físico tras su tercer embarazo. Tiene tres hijos, Valentina y Sienna, fruto de su anterior matrimonio con el jugador de baloncesto Marko Jaric; y Cyan, junto al productor de cine Andre Lemmers, quien también tiene dos vástagos nacidos de un matrimonio anterior.
La exmodelo acudió en noviembre de 2023 al estreno de la película Los Juegos del Hambre: la balada de pájaros cantores y serpientes, en un evento que tuvo lugar en Los Ángeles. Allí, se convirtió en el centro de atención por su diferente aspecto físico. Una imagen que dio mucho que hablar.
Ha pasado casi un año desde entonces y Lima ha hecho su gran reaparición totalmente cambiada -o más bien volviendo a la apariencia que tenía antes de quedarse embarazada por tercera vez-.
Lo ha hecho regresando a las pasarelas de Victoria's Secret tras seis años de retiro. El recibimiento en el desfile el pasado 15 de octubre fue apoteósico y la firma le reservó dos looks y el cierre de la primera parte del evento.
Ahora, se ha animado a hablar por primera vez y sin tapujos sobre su cambio físico y cómo le han afectado las críticas durante este difícil año.
"Lo cierto es que suelo engordar bastante durante los embarazos y en ese momento acababa de tener un bebé y tenía que pensar en mí. Tenía otras prioridades. Por suerte, conté con el apoyo de mi familia y de mis hijos, y ahora todo aquello ya forma parte del pasado. Y yo ahora mismo me siento estupenda", ha aclarado en una entrevista con Vogue publicada este jueves 17 de octubre.
Sobre si se ha sentido presionada por perder peso, ella lo ha negado. "Si practico deporte es por mí, porque me hace feliz. Además, en mi familia tenemos una genética increíble. Mi abuela materna ya ha cumplido 105 años".
Uno de los mantras que más le ha servido para mantenerse fuerte y que las críticas no influyeran en ella ha sido saber "hacia dónde quiero ir y dónde quiero estar". "La clave pasa por sentirse cómoda con una misma, pero esa sensación cambia cada día que pasa. Yo intento representar mi mejor versión pero ahora, con 43 años, tengo que trabajar tres veces más duro que antes".
Asimismo, la modelo ha destacado que ha sido "emocionante ver cómo mi cuerpo ha cambiado a lo largo de los años". "Disfruto y aprendo mucho con ello, con cada cambio (...). Además, me encanta entrenar; forma parte de nuestra cultura. Aquí, en Río de Janeiro, se percibe claramente".
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