El último movimiento de Jennifer Lopez tras su divorcio de Ben Affleck y el problema al que se enfrenta

Jennifer Lopez quiere cortar de raíz con todo lo que, durante años, construyó junto a Ben Affleck. Y todo apunta a que, casi un mes después de su solicitud de divorcio al actor, está a punto de conseguirlo.

En mitad de su proceso de separación, la cantante tiene otra batalla por delante: vender la mansión de Beverly Hills que compartió con Affleck -valorada en 68 millones de dólares- y poder encontrar un nuevo hogar. Y parece que ya ha encontrado el lugar perfecto donde rehacer su vida.

Fuentes de total solvencia han informado al portal TMZ este jueves 12 de septiembre que JLo está en negociaciones para comprar una casa en Holmby Hills, conocida como Azria Estate, y que está cerca de llegar a un acuerdo.

Detalles de la propiedad

La propiedad está a la venta por 55 millones de dólares, sin embargo, la diva de El Bronx quiere rebajar el precio a un rango que oscile entre los 30 y 39 millones.

Cuenta con casi 2.800 metros cuadrados, 14 habitaciones, 25 cuartos de baño, varios jardines, un invernadero, una casa de huéspedes, una piscina infinita con sauna, una sala de cine y de juegos.

Un problema

Sin embargo, la cantante se ha topado con un problema que podría dificultar su compra: la finca Azria se puso a subasta a principios de este año y un inversor hizo la oferta ganadora por 30 millones de dólares.

Según ha explicado el citado medio, dicho inversor está ahora envuelto en una demanda con la viuda del dueño de la mansión por un supuesto incumplimiento de contrato.

De este modo, la intérprete de On the Floor comenzó a mostrar interés en la casa en agosto -coincidiendo con su divorcio- y ya en las últimas semanas se ha desplazado hasta allí en varias ocasiones.

Cabe destacar que no es la primera vez que JLo visita Azria Estate. Allí se rodó parte de su película Atlas y fue una de las viviendas que examinó en marzo de 2023 con Affleck cuando buscaban una casa juntos.

Jennifer no es la única que quiere desprenderse cuanto antes de su apartamento en Beverly Hills. Según apuntaron varios medios estadounidenses como US Weekly, habría sido el actor quien tuvo la iniciativa de poner a la venta su hogar en común: "Quiere deshacerse de la casa. Nunca fue feliz allí", señalaron fuentes cercanas al exmatrimonio.

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