Angelina Jolie deslumbró este pasado jueves 29 de agosto en la alfombra roja del segundo día del Festival de Venecia en su gran regreso al Lido, que no pisaba desde 2020. La actriz se ha convertido en la protagonista de la nueva película de Pablo Larraín, Maria, en la que interpreta a la legendaria Maria Callas. El film compite por el León de Oro de Venecia.
Le acompañaron en la alfombra Larraín -director de otras películas biográficas como Jackie, sobre la viuda de John F. Kennedy, y Spencer, sobre Lady Di- y sus compañeros de reparto, Alba Rohrwacher y Pierfrancesco Favino, que interpretan al personal de servicio que vivió con Maria Callas en sus últimos días en París.
Jolie fue recibida en el exterior del Palacio del Cine del Lido. Firmó autógrafos, quedó inmortalizada con algunos de sus fans y recibió una ovación de más de ocho minutos y piropos con los que no pudo contener las lágrimas.
Se personó con un espectacular vestido largo drapeado de color topo y escote que dejaba ver su tatuaje en la espalda.
Remató su look con un broche dorado y una estola de piel sintética, un accesorio con el que la estrella de Hollywood quería homenajear a la artista. Y es que Callas solía llegar a los eventos con estolas, abrigos y accesorios de pelo, demostrando que era uno de sus completos estrella. Prueba de ello, cuando apareció junto a Grace Kelly en la década de los 60.
Así, ha encarnado a la gran Callas ya no sólo en el cine, también con su estilismo, causando gran impresión y sorprendiendo a propios y extraños con su glamour.
Una opción estilística que también ha sido cuestionada en las redes sociales debido a las altas temperaturas en el Lido. "Hace 33 grados en el Lido y van con pieles", "Jolie con pieles en agosto en Venecia", han comentado varios usuarios de X -antes Twitter-.
La exmujer de Brad Pitt no sólo consiguió acaparar todas las miradas con su estilo, también al protagonizar un curioso encuentro que no pasó desapercibido.
No dudó en paralizar por unos instantes su posado ante las cámaras para saludar al escritor italiano Pascualino Esposito, que se encontraba postrado en una camilla debido a la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que padece.
Jolie se arrodilló ante él y decidió saludarle. Un gesto de lo más criticado y a su vez aplaudido por los allí presentes y por los usuarios de las redes sociales. Disparidad de opiniones en X como: "Ella es tan humilde y amable", "Cuantas cosas hay mal aquí", "Haciendo campaña", "Surrealista", "Me recuerda a la princesa Diana", "Es un ángel".
"Maria Callas es una leyenda no sólo por su voz, sino por su intensa vida y la profunda conexión que tenía con su arte", aseguró Angelina Jolie. "Es un honor poder interpretarla, pero también una gran presión. Los fans de Callas tienen una imagen muy definida de ella, y mi mayor preocupación era hacerle justicia en la pantalla", confesó.
Ante la pregunta de qué es lo que tiene en común con la cantante de ópera, respondió: "Hay muchas cosas que no puedo decir en esta sala que sí os podéis imaginar, pero sorprendentemente me reconocí en la parte sensible de Maria, la parte que no encuentra su lugar en el mundo, la parte que el mundo no entiende. Creo que comparto esa vulnerabilidad con ella".
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