El efector “sorpresa, sorpresa” llegó anoche con Amaia Montero al Bernabéu en la segunda noche de Karol G. Su presencia en el escenario hizo enloquecer al público. Consiguió algo que pocos artistas logran: meterse al público en el bolsillo con su presencia en el escenario y romper la barrera que separa a la artista de la gente.
Alrededor de 70.000 fans cantaron a la vez que ella. El público supo captar la magia de la cantante al ver a la artista sobre el escenario mientras sonaban los acordes de la emblemática canción 'Rosas' de 'La Oreja de Van Gogh'. Visiblemente emocionada, quedaron atrás dos años de retiro por estrés y ansiedad.
No es fácil superar una situación así. De hecho, las emociones de Amaia estaban ayer a flor de piel y fruto de ello es como cuando sostiene el micro en la mano, en uno de los pasajes de la canción, tiembla su mano derecha de emoción. Este detalle tiene mucho que ver con los momentos en que eleva el micro y potencia su voz que a la vez transmite mucho sentimiento.
Según destaca un médico especialista en neurología, al que hemos consultado, los estados de ansiedad causan a veces temblor en las manos, pues provocan la liberación de sustancias como el cortisol y la adrenalina, que pueden aumentar el estado de alerta, la tensión muscular, la actividad del sistema nervioso y la frecuencia cardíaca.
En el más puro análisis gestual, cuando una parte de nuestro cuerpo, como son las manos, tiemblan, puede indicar el estado emocional y mental de una persona, porque sus manos están hablando, es el lenguaje de las manos. Es significativo observar la forma en que las personas emplean sus manos para identificar patrones de comportamiento y emociones reprimidas que son alertas para los que nos rodean. Un ejemplo significativo es cuando una persona se frota las manos constantemente, que puede significar inseguridad, pero a la vez fortaleza para superar una situación difícil.
Los gestos nos delatan y no se pueden disimular. Y además, no se deben disimular las emociones en momentos como este que ha vivido Amaia donde hay una complicidad total entre ella y el público. El público puede temblar también de emoción al ver a su ídolo dándolo todo en un escenario y superando una situación que cuesta mucho superar con gente delante.
El público ha dado fuerza a la cantante, ha cargado sus baterías y ha puesto en evidencia que la persona superar a la artista, que es todo un reto tratándose de una excelente profesional.
A partir de este momento Amaia Montero se sentirá mucho mas serena y segura cundo pise un escenario. Sus gestos, sus maneras y su capacidad de comunicación han roto una barrera que es la de llegar a la gente con la emoción y los sentimientos.
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