La Selección Española de Fútbol conquistó su cuarta Eurocopa en Berlín después de vencer a Inglaterra por 2-1. Una de las personas más destacadas del equipo fue Álvaro Morata, quien tras el pitido final del árbitro se marchó corriendo hacia la grada para besar a su mujer Alice Campello.
Cuando François Letexier dio los tres pitidos que significaban el final del partido, todos los jugadores de la selección corrieron hacia el césped menos uno: Álvaro Morata. El capitán dejó uno de los momentos más emotivos de la Eurocopa, el delantero del Atlético de Madrid se marchó en sentido contrario, subió las escaleras de la grada y ascendió hasta el lugar en el que estaban su mujer y sus cuatro hijos.
Allí, entre lágrimas, Álvaro Morata se fundió en un significativo abrazo con su mujer Alice Campello y la besó delante de toda la afición que rodeaba la pareja. Entre aplausos, el capitán de la selección abrazó uno a uno a cada uno de sus hijos, los besó y mientras se quitaba las lágrimas de los ojos miraba orgulloso al resto de sus compañeros que festejaban abrazados en el centro del campo. Sin duda, uno de los momentos más maravillosos tras la final.
Tras este emotivo momento, Álvaro Morata se marchó al césped para celebrar y festejar junto al resto de sus compañeros. El capitán de la selección fue uno de los grandes protagonistas de la fiesta, animó a toda la afición que se encontraba en la grada y lo dio tras una final que ya es historia de nuestro país.
Además, el capitán siguió siendo el líder del equipo en la celebración. Álvaro Morata colgó un vídeo en redes sociales donde mostraba cómo era la fiesta de los jugadores de la selección en el interior del autobús, cogió el trofeo de la Eurocopa y le cantó una mítica canción de Los Ronaldos: "No puedo vivir sin ti, ¡no hay manera!". El jugador del Atlético de Madrid no podía contener su alegría: ¡somos campeones!