La jornada de hoy marca un antes y un después en la vida profesional y social de la princesa Leonor. Después de diez meses y medio de estancia, la dama cadete Borbón Ortiz completa su formación en el Ejército de Tierra para ingresar a finales de agosto en la Academia de la Armada de Marín (Pontevedra) como alférez de fragata para continuar su segundo año de formación castrense, con un tercero en la del Aire de San Javier (Murcia). Leonor ha aprendido mucho en estos meses y se ha convertido en la comunicadora por excelencia de la Casa Real.
Destaca como algo singular en los gestos y en el lenguaje no verbal un detalle que no ha pasado desapercibido y es que constantemente el rey Felipe VI esboza una sonrisa de complicidad y satisfacción hacia los logros obtenidos por Leonor durante su formación militar. Ella se siente apoyada, orgullosa y tremendamente seria. La sonrisa de una persona cercana otra siempre aporta fortaleza y seguridad al receptor,
El momento más emocional de la ceremonia lo ha vivido Leonor al ser abrazada de forma especialmente cariñosa por su madre. La reina Letizia suele ser bastante comedida en la muestra de afectos, pero aquí el corazón ha ido por delante del cerebro y ha sido el auténtico signo de amor de madre. Esto nos está dando las claves de que hay un equilibro familiar en los afectos en público. Un abrazo con palmaditas de ánimo en la espalda de madre a hija está reforzando el mensaje gestual y dando muestras de que si hubiera existido alguna discrepancia entre ambas, en algún momento, ahora todo se ha acabado y es un punto y seguido más sólido.
Y desde la prudencia también se ha establecido un contacto fraternal repleto de entusiasmo entre Sofía y Leonor, siempre desde ese segundo puesto que ella ocupa con dignidad, para no eclipsar la figura de su hermana. Incluso hay palabras entre ambas, recados al oído de Sofía a Leonor que sellan un compromiso de complicidad muy permanente.
Leonor ha sabido aprender de su madre, profesional de la comunicación, la capacidad de seducir con la palabra y el gesto ante la ciudadanía y cuando su mensaje transciende a través de la televisión, pero deja tareas pendientes en las que tendrá que dejarse llevar por la experiencia de Letizia, por la templanza de su padre, y la discreción de su hermana Sofía.
Hoy ha sido una jornada cargada de emociones y sensaciones. Leonor ha estado guiada por la atenta mirada de su padre y la vigía de su madre. Pero ella sabe brillar por sí sola cuando comunica con su expresión facial que se caracteriza por una sonrisa sincera y cómplice. Hoy ha estado bien arropada por la familia y ella sabrá sacar partido a esta situación por el poder motivador que le aportan sus congéneres y su hermana, a pesar de que se ha mostrado más serie que de costumbre.
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