Última hora de Gonzalo Caballero tras su grave cogida: "Las pruebas fueron peor de lo esperado"

El pasado sábado 15 de junio, Gonzalo Caballero se enfrentó a uno de los peores sustos de su vida. El torero se encontraba en la plaza de toros de Alba de Tormes, de Salamanca, a beneficio de la Fundación La Sonrisa de María.

La faena parecía desarrollarse con normalidad, hasta que el toro de Montalvo le enganchó y le revolcó por el suelo, manteniéndole durante unos instantes en el suelo sin posibilidad de moverse.

Fue trasladado de urgencia al Hospital de Salamanca, donde le vieron que tenía fracturado el hombro y dos costillas. Después, pidió el alta voluntaria del centro médico para ser trasladado a Madrid, donde continúa recuperándose.

Pero ahora, este martes 18 de junio, el matador ha compartido unas malas y preocupantes noticias a través de su perfil de Instagram.

"Las pruebas de ayer fueron peor de lo esperado", ha comenzado Caballero en un story. "Este jueves me operarán en el Hospital de La Milagrosa de Madrid", ha desvelado, asegurando que el parte médico no ha salido como él creía.

Finalmente, ha querido dar las gracias "a todos por tanto cariño". La intervención será de la cabeza del húmero izquierdo, donde tiene cuatro fracturas. Ahora se recupera en casa. No ha revelado cómo se encuentra en estos momentos.

Gonzalo Caballero saltó al papel couché en 2018 tras conocerse que mantenía una relación con Victoria Federica, hija de la infanta Elena y sobrina del rey Felipe VI. Además, era íntimo amigo de Felipe Froilán.

Durante casi un año, la royal y el torero se dejaron ver en varias ocasiones de lo más cómplices y cercanos.

Era un secreto a voces que el propio Caballero confirmó tiempo después a la revista ¡HOLA!: "He estado saliendo con Victoria unos meses, pero he tomado la decisión de no tener una relación seria porque quiero centrarme en mi profesión", confesó.

Desde entonces, su carrera en el arte de lidiar toros ha ido in crescendo. Cabe recordar que en octubre de 2019, en Madrid, ya sufrió una cogida de la que fue testigo la nieta del rey emérito Juan Carlos. Una cornada de 25 centímetros y otra de 30 que le perforó la femoral. Meses antes, en mayo, se enfrentó a otra cornada en la misma plaza.

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