La infanta Cristina está de celebración. Y no es para menos, ya que este jueves 13 de junio cumple 59 años, el primero como divorciada de forma oficial y convirtiéndose así en uno de los más importantes de su vida.
La hija de los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía festeja su aniversario de manera discreta y se prepara para dejar esta década atrás. Y no cualquier década. Se trata de la más tormentosa hasta la fecha para la exduquesa de Palma.
En estos últimos diez años, la vida de la hermana del rey Felipe VI ha sido todo un tsunami. La histórica abdicación de su padre, sentarse en el banquillo de los acusados en el marco del Caso Nóos en 2014 por el que su ya exmarido, Iñaki Urdangarin, ingresó en prisión, que Su Majestad le revocara el título de duquesa de Palma, y su complicada y tan esperada firma de divorcio, entre otras cosas.
Y es que Cristina de Borbón y Grecia, a ojos de la ley, no fue una mujer divorciada hasta este pasado mes de enero, cuando Urdangarin y ella firmaron los papeles de mutuo acuerdo.
El proceso comenzó casi dos años antes, momento en el que salieron a la luz las fotografías del exdeportista paseando por la playa cogido de la mano de Ainhoa Armentia, su actual pareja.
Lo cierto es que la infanta se ha enfrentado a varios obstáculos desde que su hermano subiera al trono. Pero ahora ha dejado su pasado atrás y se encuentra en su mejor momento, retomando incluso su agenda pública junto a la infanta Elena tras varios años apartadas. Una transformación que no ha pasado desapercibida y que, incluso, ha traspasado las fronteras.
La revista alemana Bunte ha publicado en vísperas de su cumpleaños un artículo titulado: "Así trabaja la hermana de Felipe en su vida privada". Destacan que la infanta ha protagonizado varias polémicas: "Mentir, engañar, la pena de prisión de su marido y el divorcio tras 26 años de matrimonio. Cristina tiene a sus espaldas tiempos turbulentos". No obstante, el medio hace referencia a que, desde su sonado divorcio, "las cosas se han calmado y vive más discreta que nunca".
Pese a ser familia del Rey, la infanta se ha caracterizado por ser de lo más hermética en lo que respecta a su privacidad y, sobre todo, ha intentado mantener a sus cuatro hijos, Juan, Pablo, Miguel e Irene Urdangarin, lo más alejados posible del foco público. Ellos son los grandes desconocidos de los Borbón.
No obstante, en estos últimos meses, y tras su divorcio, ha quedado reflejado que poco o nada queda ya de ese ostracismo al que se había acomodado la infanta y que tanto la ha caracterizado.
Hace años que Cristina se trasladó a Ginebra, Suiza, donde decidió comenzar una vida nueva. Pero también está acostumbrada a vivir con una maleta en mano y desplazarse las veces que haga falta a España para cualquier evento, desde el cumpleaños de sus vástagos a eventos nupciales.
Por el momento, no tiene intención de mudarse a España. Le gusta la tranquilidad que le ofrece el país y se siente cómoda allí a pesar de que ninguno de sus hijos vive ya en Suiza.
El primogénito, Juan, reside en Londres, mientras que Pablo en Barcelona y, desde hace unas semanas, Irene y Miguel se han instalado en el Palacio de la Zarzuela junto a su abuela, la reina Sofía.
La benjamina de la familia se tomó un año sabático y ha permanecido durante varios meses en Camboya como voluntaria, pero el pasado 14 de mayo regresó a Madrid. Su intención es permanecer en la capital española los meses de verano, sacarse el examen práctico del carné de conducir, pensar qué carrera universitaria quiere estudiar y dónde -todo apunta a que será en Reino Unido- y estar más tiempo con su nueva ilusión, Juan Urquijo.
El joven es hermano de Teresa Urquijo y cuñado del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, además de amigo de la familia desde pequeño, en especial de Miguel Urdangarin.
Urquijo saltó a la prensa tras la mediática boda del alcalde y la analista inmobiliaria el pasado mes de abril, cuando se conoció que Irene y él mantenían una relación.
Desde entonces, Irene se ha convertido en una de las royals más protagonistas, y no es para menos. Ya no sólo porque sea la primera relación que se conoce de la joven, sino porque esta unión entrona a dos sagas, la de los Borbón con los Urquijo Moreno, y comparten lazos familiares. Sus abuelos, el emérito Juan Carlos y Teresa de Borbón dos Sicilias y Borbón-Parma, son primos.
Este gran salto al papel couché ha roto con todos los esquemas de la infanta, ya que uno de sus grandes objetivos siempre ha sido ocultar la mayor parte de la vida privada de sus hijos.
De este modo, la tía de la princesa Leonor y la infanta Sofía tiene un frente abierto a abordar: que las aguas se calmen, que su hija no cope tantos titulares y que se centre en su futuro académico.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.