El hábito que el rey emérito Juan Carlos repite a diario desde que reside en Abu Dabi
La biógrafa del emérito, Laurence Debray, ha desvelado detalles inéditos de la vida privada del exmonarca
Esta curiosidad, junto a otras, se conocen después del décimo aniversario del anuncio de la abdicación de Juan Carlos
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El 2 de junio de 2014 el rey Juan Carlos anunció que abdicaba del trono y que se lo dejaba a su hijo, Felipe VI. "Hoy merece pasar a la primera línea una generación más joven, con nuevas energías, decidida a emprender con determinación las transformaciones y reformas que la coyuntura actual está demandando y a afrontar con renovada intensidad y dedicación los desafíos del mañana", señaló el entonces monarca hace una década.
Han pasado 10 años desde entonces y la Corona española ha vivido un giro trascendental y sin precedentes. Y ahora que el exmonarca reside en Abu Dabi y ha dejado atrás su figura real, han visto la luz diversos aspectos de su lado más desconocido y personal de la mano de su biógrafa, la escritora francesa Laurence Debray, a través de la revista ¡HOLA!
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Para descubrir la figura que se escondía más allá del royal, Debray se acercó al emérito para elaborar un retrato íntimo de la persona que reinó en España durante 39 años.
Uno de esos detalles desconocidos del padre del rey Felipe es el hábito que ha adquirido y que repite a diario desde que se mudó a la capital de Emiratos Árabes.
Se trata de ir al gimnasio y hacer ejercicio para poder mantenerse en forma y seguir navegando en su barco, el Bribón. Le dedica más de una hora a los entrenamientos todas las mañanas y no se pierde ninguna sesión.
No es una novedad que el emérito dedica parte de su tiempo libre a estas actividades, ya que es conocedor de que la salud juega un papel muy importante en su día a día si quiere seguir disfrutando de su querido barco y de navegar.
Además, tal y como ha revelado en varias ocasiones Carlos Herrera, Juan Carlos cuenta con un fisioterapeuta que le visita casi a diario para ayudarle con los problemas de cadera y piernas que le impedían caminar con normalidad y por los que necesita el uso del bastón. Un accesorio que ya le acompaña siempre y del que no se desprende.
Desde joven, una de sus grandes pasiones ha sido el deporte. Ha participado en múltiples competiciones y muchos le definen como un atleta. Un hobby que no ha querido abandonar cuando se despidió de la Corona española y que ya forma parte de la rutina del emérito.
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