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El concierto de Taylor Swift de este pasado miércoles 29 de mayo en Madrid eclipsó todo lo demás y paralizó por completo la capital. Sin embargo, la plaza de toros de Las Ventas también se vistió de gala para vivir una de las tardes más esperadas de la Feria de San Isidro, con un cartel de lujo formado por Morante de la Puebla, Alejandro Talavante y Pablo Aguado.
Mientras que algunos rostros conocidos como Nieves Álvarez, Eugenia Martínez de Irujo, Toni Kroos o Yolanda Díaz, entre otros, optaron por personarse en el estadio Santiago Bernabéu para ver el show de la estrella de Pensilvania, otros muchos se decantaron por la tauromaquia.
Uno de ellos fue Felipe Juan Froilán de Marichalar y Borbón que, pese a tener su residencia en Abu Dabi desde el año pasado, y sin tener planeado regresar a España, ha aprovechado que tenía la agenda despejada para viajar al país y reencontrarse con su familia y sus amigos.
Así, se ha dejado ver en la corrida de toros con Belén Perea, la joven influencer con la que mantiene una estrecha amistad desde hace años. Ambos se dejaron ver en una actitud de lo más cercana, cómplice y cariñosa en su encuentro en Las Ventas. Incluso compartieron gestos románticos, como el beso en la cabeza de Froilán a Perea.
Han sido varias las ocasiones en las que al nieto del rey emérito Juan Carlos se le ha relacionado con Belén Perea. De hecho, en julio de 2023, ambos fueron vistos disfrutando de unas vacaciones en Ibiza, y tan sólo un mes antes, acudieron juntos al festival A Summer Story en Arganda del Rey, en Madrid. Además, en febrero del año pasado también fue la encargada de despedirse de él en el aeropuerto ante su traslado a la capital de Emiratos Árabes.
Sin embargo, en ningún momento han confirmado un romance entre ellos. Es más, el sobrino del rey Felipe VI, tras su salida de Las Ventas, se ruborizó al escuchar que podría estar enamorado: "¿Enamorado? no, no la verdad", asegurando que Perea es sólo una amiga: "Es mi amiga, no es nada más, muy amiga mía, pero vosotros os dedicáis a poner cosas en boca de la gente que no es", señaló a las cámaras de Europa Press.
Allí coincidió con su madre, la infanta Elena, que derrochó elegancia con una sahariana blanca, borsalino al tono y unos llamativos pendientes rojos largos a juego con un broche. Se mostró visiblemente sonriente, relajada y en el extremo opuesto a su hijo en la plaza.
De este modo, demostró una vez más su pasión por la tauromaquia, heredada de su padre. Permaneció discreta y rodeada de gente que le mostró su cariño y admiración.
Tampoco se quisieron perder la corrida Juan del Val, Pedro Trapote, Begoña García Vaquero, Mariló Montero, Mari Ángeles Grajal o el juez Santiago Pedraz, sin la compañía de su mujer, Elena Hormigos.
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