Obesos por el guion: actores y actrices famosos que engordaron para dar vida a un personaje
Artistas como Bradley Cooper, Jared Leto, Javier Bardem y Charlize Theron subieron de peso para actuar
La increíble transformación en los filmes tuvo premio y algunos intérpretes se llevaron un Oscar a su casa
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Los actores y las actrices suelen sorprenden con importantes cambios físicos a lo largo de su carrera profesional. Muchas veces han subido y bajado de peso por exigencias del guion; otras, por el hecho de llevar una vida saludable, como así lo decidió Ben Affleck durante la pandemia de covid, o por consejo médico, como en el caso de la actriz Rebel Wilson.
En el Día Europeo contra la Obesidad, nos hacemos eco de varios artículos, como el que realizó Philipp Engel para 'Fotogramas', que repasan los casos de algunos famosos que aumentaron considerablemente sus kilos para interpretar a un determinado personaje en el séptimo arte.
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Jonah Hill
El intérprete engordó 20 kilos y llegó a ver la cifra de 113 en la báscula para trabajar a las órdenes de Martin Scorsese en 'El lobo de Wall Street'. Los perdió y volvió a ganar la misma cifra para la película 'Juego de armas'.
Según ha reconocido el propio Hill, que luce una figura de lo más fluctuante, su gran problema es la cerveza. "Adelgazo mucho si no bebo cerveza, pero si vuelvo a beber enseguida me engordo".
Chris Hemsworth
El motivo de su aumento de peso fue su papel en la saga de 'Los Vengadores'. Acostumbrados a que el australiano luzca músculos, ganó 10 kilos de pura fuerza, comiendo ocho veces al día, para interpretar a Thor.
El marido de la actriz española Elsa Pataky lo consiguió a base de una dieta hiperproteica y sometiéndose a unos durísimos entrenamientos físicos.
Bradley Cooper
Todo por 'El francotirador', película dirigida por Clint Eastwood y producida por él mismo. Ganó casi 20 kilos para ponerse en la piel del soldado Chris Kyle. "Comía cada 55 minutos o algo así, unas 8.000 calorías diarias", recuerda Cooper.
Además de ingerir cuatro veces más calorías de las recomendadas, entrenó hasta cuatro horas diarias bajo la vigilancia de su entrenador personal. De este modo, Cooper llegó a pesar 102 kilos.
Brendan Fraser
Por exigencias del guion del filme 'The Whale' (La Ballena), dirigida por Darren Aronofsky, Fraser sumó unos 30 kilos, de forma natural, a su cuerpo, que entonces andaría en unos 95. El resto lo hizo un traje hecho a base de prótesis.
El motivo era meterse en la piel de un profesor inglés que sufría obesidad mórbida y que alcanzaba los 270 kilos. El esfuerzo le valió el Oscar a mejor actor. Para engordar, ingirió grandes cantidades de carbohidratos y comida a toneladas.
Jared Leto
El ganador de un Oscar a mejor actor secundario por travestirse en 'Dallas Buyers Club', papel para el que había adelgazado 13 kilos, incrementó tanto su peso para 'El asesinato de John Lennon' que tenía que desplazarse en silla de ruedas por el rodaje.
Jared Leto, para dar vida a Mark David Chapman, engordó 28 kilos en apenas unas semanas a base de comida rápida y bebiendo refrescos y cerveza en cantidades industriales.
"Hice todo lo que no debería hacer. Mi dieta era asquerosa. Comía pizza, pasta, helados... pero mi pequeño truco era comprar onzas de chocolate en Häagen Dazs, ponerlas en el microondas y comérmelas", admitió Leto.
Charlize Theron
La intérprete sudafricana añadió 15 kilos a su imagen para dar vida a Aileen Wuornos, una prostituta asesina que fue ajusticiada por inyección letal, en 'Monster'.
Aunque el maquillaje y una dentadura postiza obraron el milagro de convertir en fea a la bellísima Theron, la actriz puso toda la carne en el asador. Como en la mayoría de los casos, siguiendo una alimentación rica en grasas y pobre en ejercicio.
Cuando recogió el Oscar por este papel, su figura ya volvía a lucir como en los tiempos en los que era modelo. "No se trataba de engordar; Aileen no estaba gorda. Pero tampoco quería mirarme y ver mis músculos naturales. Eso me hubiese alejado del personaje", dijo Charlize.
Robert De Niro
Todo por Jake La Motta, boxeador pendenciero que acabó sus días como showman de segunda en 'Toro salvaje'; por Al Capone, el más famoso de los gánster al que De Niro prestó algo más que el método en 'Los intocables de Eliot Ness'; y por Max Cady, un criminal obsesionado por ajustar cuentas con su abogado en 'El cabo del miedo'.
Su transformación en 'Toro salvaje' le valió entonces el récord de más peso ganado para una película: 27 kilos. El magnífico actor usó doble disciplina: gimnasio para ser creíble como boxeador (incluso llegó a pelear en tres combates reales en Brooklyn, de los que ganó dos) y tres buenas comidas al día aderezadas con mucho sedentarismo durante cuatro meses.
Para convertirse en Al Capone se negó a simular su estómago con cojines y se desplazó a Italia, meses antes de empezar el rodaje, para cebarse solo con comida autóctona como el auténtico mafioso. Y volvió a usar el método gimnástico para 'El cabo del miedo'.
Renée Zellweger
La actriz dio vida a Bridget Jones, la acomplejada inglesa solterona que utiliza el contenido de la nevera como diván en 'El diario de Bridget Jones' y su secuela, 'Bridget Jones: Sobreviviré'.
Zellweger tenía un sobrepeso de 11 kilos cuando terminó el rodaje de la primera parte, más o menos lo mismo que indicaba al finalizar la segunda. Para ello, siguió una dieta calórica que incluía, entre otros manjares, la ingesta de unos 20 donuts diarios, bollos con mantequilla de cacahuete, hamburguesas, pizzas y batidos de proteína con helado.
"Durante ocho meses, comí a todas horas carbohidratos, grasas prohibidas y snacks y bebí cerveza a diario. Volvía a casa sola, cenaba sola y me sentía agotada por las tremendas digestiones que hacia después de tanta comida", recuerda la intérprete.
Matt Damon
El actor, que había sido capaz de perder casi 20 kilos para 'En honor a la verdad', incrementó en 15 kilos su cuerpo para la película '¡El soplón!'. El procedimiento que siguió fue hartarse a ingerir hamburguesas dobles con queso.
Por otra parte, la cara del protagonista es más redonda que la del actor, por lo que le pusieron unas pequeñas prótesis en las encías para que sus mejillas destacaran más. También llevaba un bigote falso.
Vincent D'Onofrio
Todo por Leonard Lawrence, su primer papel importante, un soldado deficiente apodado "recluta patoso" en 'La chaqueta metálica'. Además, se tuvo que rapar la cabeza y aprender a hacer ejercicio con todo el peso que había ganado, algo que, según confesó, fue particularmente difícil.
D'Onofrio marcó un récord de la época al engordar 32 kilos. Para conseguirlo tardó alrededor de nueve meses, en los que básicamente se dedicó a comer alimentos grasientos.
"Esta transformación cambió mi vida. Las mujeres ni me miraban. La mayoría corría nada más verme. La gente solía decirme las cosas dos veces porque pensaba que era estúpido", señaló el actor.
Russel Crowe
El mítico intérprete de 'Gladiator' tuvo que sumar hasta 30 kilos para el rodaje del filme 'Red de mentiras', en el que daba vida a un trabajador de la CIA. Lo consiguió a base de magdalenas y hamburguesas y comiendo entre seis y ocho veces al día.
El intérprete, pese a mejorar su aspecto físico, nunca llegó a quitarse esos kilitos de más que llegaron para quedarse.
Antonio de la Torre
El malagueño se echó encima 33 kilos, alcanzando los 102 en la báscula, para convertirse en el protagonista de 'Gordos', dirigida por Daniel Sánchez Arévalo. En la película se pone en la piel de un homosexual que hace años gozaba de una forma física envidiable y que luego se convirtió en la estrella publicitaria de unas pastillas para adelgazar.
"Realicé todo el proceso con la ayuda de un endocrino, el médico deportivo Antonio Escribano, que diseñó la dieta", dijo De la Torre. El andaluz apuntó que "casi todo fueron hidratos de carbono, mucho pan. Hubo también dulces, pero era importante no abusar de los azúcares y las grasas saturadas".
Javier Bardem
En el caso de 'Los lunes al sol', de Fernando León de Aranoa, el actor engordó más de 10 kilos para interpretar el papel del inolvidable Santa, otorgándole así ese aspecto de gigante encantador cuyo dolor traspasa la pantalla. La cinta arrasó en los Goya.
Bardem, que a base de comidas y sedentarismo logró una prominente tripa, aseguró en su día que "adelgazar para unos personajes y coger peso para otros... deja muchas estrías".
Santiago Segura
Si hablamos de estómagos voluminosos, pocos como los de Santiago Segura en la saga de 'Torrente', un polícia corrupto, rancio, casposo, racista, misógino y homófobo. Depende de la película y engorda entre 20 y 30 kilos por entrega. Y ya van cinco.
Su secreto es comer con mucha grasa y siguiendo un estricto régimen para ello. ¿Su truco? Tostadas de pan con aceite cada media hora.
"Es un atentado para el sistema cardiovascular. La verdad es que me da mucha pena tener que engordar (especialmente sabiendo el sacrificio que supone luego perder el peso)", reconocía el actor y director.
Mario Casas
'Bajo la piel del lobo' es una cinta que dirige el asturiano Samu Fuentes. Narra la historia de Martinón, un cazador solitario, el último habitante de un remoto pueblo de las montañas que solo se relaciona con otros seres humanos en primavera, cuando la nieve desaparece y baja hasta el valle para comerciar con las pieles de los animales que caza.
Mario Casas fue el encargado de interpretar a tan fornido hombre, para lo que tuvo que engordar 12 kilos. A la hora de explicar cómo lo hizo, el actor fue claro y conciso: "Comes y bebes por tu cuenta, sin más".
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