El propietario de Sargadelos, Segismundo García, ha decidido este miércoles cerrar la fábrica de cerámica y poner punto final a la emblemática firma cansado, según ha afirmado, de las trabas administrativas que se encuentra cada día en el desarrollo de su trabajo y que impiden el normal funcionamiento de la empresa. La decisión del cierre de las plantas de fabricación en Cervo y de Sada afecta a unos doscientos trabajadores.

Segismundo García ha anunciado este miércoles el cierre y además ha decidido hacerlo de manera inmediata. De este modo se lo ha comunicado a los trabajadores en una asamblea celebrada en la planta de A Mariña. García ha tomado la sorprendente decisión porque dice estar cansado de las trabas e impedimentos administrativos con los que debe encontrarse cada día para sacar adelante la empresa. La decisión ha causado auténtico estupor y sorpresa entre la plantilla, por lo repentino de la misma y porque la situación económica de la empresa es buena en este momento.

Este mismo miércoles, el propietario de Sargadelos ha enviado a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social una carta en la que le comunica que procede al cierre de la planta de producción de Sargadelos desde este mismo miércoles. Todo ello sucede después de que en los últimos días se conociera la multa de 5.000 euros que le interpuso este órgano tras detectar 36 deficiencias en la fábrica, que debían ser solucionadas.

Como respuesta a esa multa el administrador ya había enviado un irónico burofax a Inspección de Trabajo instándoles al cierre de las instalaciones "a fin de proteger la salubridad y el bienestar de los que aquí trabajamos".

En el escrito remitido este miércoles a Inspección de Trabajo, el administrador único justifica la decisión de proceder al cierre de la planta de producción "ante la imposibilidad de resolver en plazo las deficiencias y faltas que esa eficacísima Inspección ha detectado en los escritos aquí remitidos y que pueden ocasionar males a la salud de los que aquí trabajamos; por lo que, entendemos que los trámites burocráticos a seguir en el futuro, ustedes nos los indicarán, sabiendo que, lo fundamental, la salud de los operarios, por parte de esta dirección, ya está protegida en la medida de sus posibilidades desde el mismo día de hoy".

En esa comunicación, el administrador único les recuerda que las instalaciones están declaradas Bien de Interés Cultural, lo que implica también autorizaciones especiales para realizar cualquier obra o reforma, "trámite que, por pasadas experiencias, demora entre seis meses y un año (con suerte)". 

Segismundo García les pide que "sepan disculpar nuestra impericia empresarial, intentamos hacerlo lo mejor que sabíamos. Y nos esforzamos muchísimos pensando que lo hacíamos bien. Los resultados nos acompañaban. Pero también merecemos un descanso, sobre todo de sus innumerables normativas, ocurrencias y fatuo envaramiento".

Hace solo unas semanas, el grupo empresarial confirmaba su expansión en territorio nacional y su crecimiento en el mercado internacional, consolidando su presencia en distintos continentes. Este cierre no supone solo una importante perdida económica y de puestos de trabajo para la comarca de A Mariña, si no también desde el punto de vista cultural y patrimonial.

La fábrica de Sargadelos ubicada en A Mariña está declarada Bien de Interés Cultural y es todo un símbolo, recibiendo cientos de visitantes cada año. Pero además, Sargadelos como marca es toda una referencial cultural y patrimonial para Galicia, desde que fue creada por Isaac Diaz Pardo y Luis Seoane. Segismundo García, el administrador hasta ahora, había conseguido rescatarla después de los momentos complicados por los que pasó hace una década, y ahora se encontraba en un momento tranquilo económicamente, manteniendo la marca Sargadelos como una referencia icónica de la identidad gallega.

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