El robot que va al cole por mí: Galicia testa un proyecto innovador en sus aulas para niños hospitalizados
“El robot participa como un niño más”, explican desde el Grupo de Investigación de Tecnología Educativa de la USC
Se trata del proyecto ABILITY, que ya se ha probado en otros países europeos y ha dado muy buenos resultados
Los alumnos evitan así el aislamiento social que se suele producir en los casos de enfermedades de larga duración
Parece ciencia ficción, pero no lo es: Galicia y Valencia han apostado por probar, en sus aulas, robots humanoides que sustituyan a los alumnos hospitalizados de larga duración, ocupando sus pupitres y usando tecnología que les permita estar sin estar, es decir, seguir el ritmo del colegio en tiempo real (asistiendo a las clases, los recreos y las extraescolares) y participando, incluso, de manera activa, usando el dispositivo para comunicarse.
Los robots del proyecto ABILITY, del Grupo de Investigación de Tecnología Educativa de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), son los ojos, los oídos, e incluso la voz de los alumnos y alumnas que, por razones de salud, deben ausentarse del aula por un largo periodo de tiempo, permitiendo la vinculación del niño o niña con el grupo.
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Investigadores del equipo de trabajo de la USC aseguran que se trata de una tecnología que ya está implantada en otros países europeos, y que “funciona con resultados muy importantes”, que garantizan la reducción del aislamiento que se suele producir en estos casos ya que “el robot participa como un niño más”.
Evita que el niño o niña desaparezca de la escuela
Así lo asegura Lorena Casal, secretaria del Instituto de Ciencias de la Educación de la USC y miembro del grupo de investigación, que explica que la ausencia de un alumno o alumna enferma de larga duración “provoca que su silla se quede vacía, haciendo que desaparezca de la escuela y de la vida social”, algo que se evita con la presencia del robot en el pupitre, ya que, indirectamente, “garantiza la presencia del niño o niña en el aula o el recreo”, asegura.
La investigadora Carmen Fernández, por su parte, añade que está demostrado que este tipo de tecnología, además, “puede ayudar a reforzar el vínculo y, sobre todo, a evitar que se rompa su sentimiento de pertenencia al grupo en la escuela”, gracias a que la tecnología se acompaña de una propuesta metodológica eficaz.
El proyecto también favorece la recuperación del alumno enfermo, y que la vuelta al cole tras una larga enfermedad sea más rápida y llevadera.
El pilotaje se iniciará el curso que viene, y de manera paralela se testará también en aulas de la Comunidad Valenciana.
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