Pincho y Miki necesitan “ayuda urgente”: su vida en un refugio de Pontevedra empeora su estado de salud

Pincho y Miki se encuentran en la protectora A Canceira de Poio, Pontevedra
  • Los responsables de la asociación A Canceira, de Pontevedra, temen por sus vidas

  • El perro, Pincho, sufre ataques epilépticos y su enfermedad se agrava en la perrera

  • Miki, por su parte, se ha quedado solo en su jaula y ha dejado de comer

La asociación sin ánimo de lucro A Canceira de Poio, en Pontevedra, está buscando desesperadamente familias para dos de sus animales recogidos de la calle: Pincho y Miki, un perro y un gato que, de entre todos los animales del refugio, son los que peor llevan su estancia en una jaula, hasta el punto de haberles afectado a su estado de salud.

Sus responsables trabajan para encontrarles un lugar donde vivir a todos sus animales, pero la situación de Pincho y Miki corre especial urgencia, ya que, aunque se deshacen en cuidados para ellos, el refugio no puede darles la calidad de vida que les daría un hogar.

La perrera le causa a Pincho ataques epilépticos

Sus historias enternecen el corazón de cualquiera: Pincho, el perro, llegó al refugio hace unos seis años y, tras unos meses en él, se fue a una casa de acogida. En la perrera le daban ataques epilépticos con bastante frecuencia y desaparecieron durante los cinco años que estuvo en un hogar. Esta semana, por circunstancias de la vida, tuvo que regresar al canil y sus responsables temen que los ataques regresen.

Dicen de él que es “un perro maravilloso, muy dulce, bueno, cariñoso y sociable”, algo que se intuye tan solo viendo las fotos de su perfil de Instagram.

Miki, solo en su jaula desde la adopción de su familia

Miki, por su parte, llegó a la Canceira en mayo de 2023 y nunca estuvo solo en la jaula hasta hace unos días, cuando su madre y su hermano fueron adoptados y el pequeño felino conoció la soledad.

Miki no se acostumbra a la ausencia de su familia y “lo lleva fatal”, hasta el punto de haber dejado de comer.

Sus responsables temen que puedan bajarle las defensas y la leucemia que padece acabe con su vida.

“No queremos que lo que le queda de vida lo pase en una jaula”, apunta Rosa, “y mucho menos él solo”, añade.

Las personas interesadas en ofrecerle un hogar a estos peludos pueden contactar con la Canceira de Poio a través del teléfono 620 146 033 o bien por mensaje privado a través de su perfil de Instagram.

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