Una ganadería de Lalín, en Pontevedra, estrena la primera sala de ordeño circular de la provincia y de las primeras en Galicia
La sala funciona como una cadena de montaje y son las vacas las que se desplazan
Este sistema reduce el tiempo dedicado al ordeño a más de la mitad
La pareja gallega tiene más de 650 cabezas de ganado en su explotación
Abel Vila y su pareja son la tercera generación de una granja de Lalín (Pontevedra) que montaron los abuelos de él en los años 60 y que, como sucede en otros sectores, ha ido aprovechando los avances tecnológicos para evolucionar.
Con el paso del tiempo (desde que antaño los ordeños se hacían a mano) la pareja ha ido invirtiendo en su explotación para convertirla en la actualidad en un ejemplo de innovación para las ganaderías de toda Galicia: al emplear un sistema de ordeño rotativo, pionero en la provincia, que destaca por su eficiencia.
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Su sala de ordeño ha pasado de ser en forma de espina de pescado, donde el ganado estaba colocado en una especie de cuña, a ser circular, con la ventaja de funcionar como una cadena de montaje.
Ahorro significativo de tiempo
Mediante este sistema son las vacas y no los operarios los que se desplazan, y para estos empresarios, que tienen 650 cabezas de ganado, es una ventaja que ha merecido cada euro invertido en la explotación.
La sala, como decimos, funciona como una cadena de montaje, de manera que las vacas se van desplazando hasta situarse en su cubículo concreto del engranaje y rotan para dejar paso a las siguientes cuando acaba su ordeño.
También en este sentido aventaja a otros sistemas; Vila explica que cuando la ordeñadora detecta que el animal no tiene más leche, la plataforma se mueve para que pueda salir esa vaca y entrar otra.
Aunque el empresario gallego no ha podido reducir personal ya que tiene los mismos operarios contratados, sí que ahorra mucho tiempo y sus vacas, dice, “quedan todas ordeñadas en una hora y media”, cuando antes necesitaría más del doble de tiempo.
Generador autónomo por si se corta el suministro eléctrico
La cara b de este sistema, que también la tiene, es que funciona con electricidad por lo que un corte del suministro (que en invierno, debido a las tormentas, son frecuentes en Galicia) pararía la plataforma dejando a las vacas “atrapadas”. Vila ha resuelto este problema antes de que se produzca, instalando un generador que le da autonomía a su innovador sistema.
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