La última llamada de auxilio de una protectora de Vigo: “Los perros no salen a pasear desde octubre”

La Asociación Protectora de Animales y Plantas de Vigo, dedicada al cuidado de peludos abandonados en el sur de la provincia de Pontevedra desde hace más de 70 años, sufre ahora “el momento más crítico de su historia”, dicen sus responsables, tras haber finalizado su convenio de colaboración con el Concello de Vigo y no haber recibido noticias ni del Ejecutivo local ni de la empresa que ha cogido el testigo de la gestión del refugio municipal: la coruñesa Servicios Gallegos de Lacería (Servigal).

Su presidente, Andrés León, ha alertado que ninguna de las dos entidades ha mostrado interés por iniciar algún tipo de colaboración que les permita continuar su actividad profesional tras salir de las instalaciones municipales, pese a haberlo requerido meses atrás.

“Este es nuestro último intento”

“Si esto sigue así, puede que nos lleve a la desaparición, este es nuestro último intento”, explica el representante de la entidad, quien añade que “sería tristísimo que se disuelva después de décadas dedicadas a los animales”.

León expone en la prensa local que el Ayuntamiento les prometió que continuarían colaborando “en favor del bienestar de los animales”, permitiéndoles, por ejemplo, seguir usando el entorno natural de A Madroa para sus paseos dominicales, una actividad que promovían hace justo un año (para lo que contaban con la ayuda de los ex componentes de la banda Siniestro Total), que no han podido repetir desde la salida de la asociación del refugio municipal y, en consecuencia, “los perros no han podido salir a pasear desde octubre”, lamenta.

Desde la Asociación piden poder seguir realizando “la parte social”, apunta León, es decir, organizar los paseos, dar charlas en centros educativos, impulsar campañas de concienciación, hacer el seguimiento de las adopciones… “todo lo que ya hacíamos antes de entrar Servigal que funcionaba perfectamente”, aclara Andrés, quien añade no entender que nadie les diga nada.

“No vamos a tirar la toalla”

Su idea es convocar a sus casi 600 socios para redefinir el nuevo rumbo de la entidad y, aunque tienen pocas esperanzas de poder continuar, no tiran la toalla y se aferran a tocar el lado sensible de los que, como ellos, desean lo mejor para los peludos que están a su cargo.

“No vamos a tirar la toalla”, advierte el presidente.

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