Fátima tiene un auténtico museo de Papá Noel con más de 400 figuras en su casa de A Coruña: “Donde voy, busco”

  • Su propietaria, Fátima Ucieda, colecciona ‘papanoeles’ de todo tipo desde hace dos décadas

  • Su marido le regaló uno de peluche que ahora tiene unos 50 años y es su pieza más preciada

  • Desde hace tres años colabora con Cáritas, entregando las donaciones voluntarias que recauda

La casa de Fátima Ucieda, en Oleiros (A Coruña) se convierte cada Navidad en un auténtico museo temático de Papá Noel, donde se exponen más de 400 figuras del mítico personaje navideño de todos los tamaños, texturas y procedencias, que su propietaria ha ido coleccionando y que, cada año por estas fechas, coloca con mimo en su salón para disfrute de niños y mayores: “Aquí se monta un parque infantil, se ponen como locos, y no sólo los niños, también a los mayores noto que les gusta”, explica.

La primera pieza de esta peculiar colección (y a la vez la de mayor valor sentimental),  es un Santa Claus de peluche que le regaló su marido y que tiene cerca de medio siglo cumplido. Al quedarse viuda, hace poco más de dos décadas, quizás por la melancolía de ese regalo, Fátima confiesa que le “empezó a atraer la temática de Papá Noel” así que comenzó a adquirir piezas que le llamaban la atención de aquí y de allá, convirtiéndose en su souvenir favorito en cada viaje que hacía.

“Papá Noel ha pasado de moda”

Sus favoritos son los de peluche, pero no coincide con los que le gustan a los niños, que “suelen ser los que van a pilas y se mueven”, explica, y de todos tiene un montón. Los hay que tocan el saxofón o las maracas, los que bailan, los que entonan villancicos… y hasta los que ‘perrean’; y todos y cada uno de ellos tienen su sitio estratégico en el salón de Fátima.

Por cierto, quizás no nos habíamos dado cuenta pero esta gran coleccionista de ‘Papanoeles’ lo ha notado: “Ha pasado un poco de moda”, detalla, “ahora se llevan más los elfos y los gnomos”, dice, así que le cuesta un poco encontrar piezas nuevas para su colección, pero no pierde la esperanza: “Donde voy, busco”, confiesa.

Donaciones para una buena causa

Y es que todo esfuerzo es poco cuando la causa es buena: desde hace tres años, la faceta solidaria de Fátima la ha llevado a abrir las puertas de su particular museo y recaudar fondos para colaborar con Cáritas en su municipio. Por cada visita acepta donaciones económicas “a voluntad” y alimentos no perecederos para ayudar a los más necesitados.

Para colaborar, y de paso disfrutar de un museo único en Galicia que ni el propio Nicolás lo tiene en Laponia, se puede visitar su casa-museo en la avenida Ramón Núñez Montero, número 31 de Oleiros, en horario de 17:00 a 20:00 horas, donde hasta el próximo 5 de enero Fátima estará encantada de recibir a niños y mayores fans de la Navidad.

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