El parque de atracciones Pazolandia, que cada año por estas fechas abre sus puertas en Ourense para acoger a grandes y pequeños, se ha convertido esta Navidad en un referente para las familias de niños con diversidades cognitivas, al estar diseñado para el uso y disfrute de estos pequeños: integrando una “zona de calma”, reduciendo tanto el volumen de la música como la intensidad lumínica y eliminando las colas para los niños con TEA.

Este clásico de la Navidad ourensana, referente de ocio y atracciones en Galicia, ofrece en esta edición diversión desde la integración para niños y niñas con diferentes patologías cognitivas, algo que celebran tanto las familias como los profesionales del sector.

Se ha rediseñado con un enfoque más inclusivo y adaptado, "protegiendo los derechos de aquellas personas que tienen dificultades para disfrutar de un evento de estas características", informan desde la organización.

Talleres, atracciones y una pista sintética de patinaje están distribuidos a lo largo y ancho de sus 8.000 metros cuadrados, repartidos entre los dos pabellones interiores y la zona exterior del pabellón Paco Paz, que hasta el próximo 4 de enero mantendrá sus puertas abiertas.

Según apunta la prensa local, todos los años se realizan encuestas para la toma de decisiones que mejoren esta oferta de ocio, y este año la novedad ha sido facilitar el disfrute de niños con TEA, un acierto que se complementará el domingo por la mañana (29 de diciembre) con una actuación específicamente pensada para ellos.

Gonzalo, padre de un joven con Trastorno de Espectro Autista explica en la cabecera que “en otras ediciones, los padres de niños con diversidades cognitivas teníamos que realizar más pedagogía, explicando esperas”, algo que este año no ha tenido que hacer, gracias a su acreditación especial que le permitió a su hijo evitar las colas.

Este gran novedad en materia de accesibilidad consiste en una pulsera de acceso prioritario para personas con trastornos del espectro autista, TEA, "con el fin de que no tengan que esperar demasiado tiempo en las colas para atracciones y ‘obradoiros’", explican sus creadores.

Este padre equipara el protocolo implementado este año por los organizadores “al de la Warner”, donde no falta la “zona de calma”, insonorizada y con control de luces para que las personas con dificultades sensoriales puedan relajarse en momentos de sobrecarga, la reducción del volumen de la música en todo el recinto y la eliminación de la contaminación lumínica, según concreto el coordinador de Pazolandia, José do Marco.

Por su parte, Eva Olmo, gerente de ApuntasTE, que asesoró a la Diputación de Ourense en materia de integración, explica lo “agradecidas” que están las familias de los niños con necesidades cognitivas especiales por poder disfrutar este año en igualdad de condiciones respecto al resto de niños.

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