Este martes, 17 de diciembre, después de dos años de espera, la estación de trenes de Lugo recibió el primer tren que llegaba directo de Madrid sin obligar a sus pasajeros a hacer ningún tipo de trasbordo.

El medio centenar de viajeros que llegaron a la ciudad amurallada celebraban no haber tenido que bajarse y montarse en un autobús en ningún punto del recorrido, y aunque desde Ourense el tren vino más despacio porque el tramo aún está en obras, la comodidad de no tener que hacer trasbordo superó con creces este condicionante.

El Alvia Serie 730 de Renfe llegó a la estación lucense alrededor de las 18:20 horas, con “algo de retraso”, según lo anunciado por megafonía, y tras pasar la noche en Lugo, este miércoles haría su primer trayecto de ida a Madrid sin transbordos, dos años después.

“Hacer trasbordo en Ourense era un engorro”, asegura una viajera, y aunque el trayecto “se nota un poco más lento” (al parecer circula a unos 30 km por hora), “lo suple el servicio de cafetería y el no tener que cargar las maletas de aquí para allá”, concisa.

Renfe anunció que recupera el servicio una vez que Adif concluyó las obras para renovar el tramo entre Ourense y Monforte, “una zona de gran complejidad técnica debido a la difícil orografía”, explican desde la compañía.

Según añade la prensa local, también "fue preciso formar a los maquinistas" para circular por la vía actualizada cumpliendo la normativa de seguridad ferroviaria, precisa.

No obstante, las máquinas todavía no pueden aprovechar la máxima velocidad que podrían alcanzar en el tramo Lugo-Monforte-Ourense porque todavía se están realizando algunas obras y comprobando la seguridad de las vías, especialmente en algunas zonas, donde se han detectado algunos riesgos de desprendimiento y en otras, donde faltan acabar de soldar algunas vías.

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